Una joven docente perdió la vida en las alturas de Iruya, provincia de Salta, cuando descendía desde la escuela 4.236 hacia el poblado, en circunstancias aún no esclarecidas, a pesar de que la versión instalada asegura que se trató de un accidente.

La joven educadora y madre María Celeste de los Ríos se hallaba en la escuela Fray Bartolomé de las Casas, situada en el paraje Sala Esculla, en el departamento Iruya, según los testimonios recogidos prima facie por la policía.

Desde ese lugar habría salido intempestivamente en la tarde del jueves, sin reportar su salida en los libros de la escuela y sin dar aviso a la directora del establecimiento, según se desprende de un informe.

En tal sentido, se dice que la directora del establecimiento notó su ausencia pasadas las 15 horas del día jueves y que se anotició que no estaba en Iruya el viernes en la mañana, cuando un poblador se comunicó con ella para informarle que no había llegado a las 22 como se esperaba.

Tras el alerta, personal del destacamento Iruya salió de inmediato a recorrer el peligroso camino de herradura, peatonal, cuyo trayecto sinuoso está plagado de precipicios, vientos aterradores y deslizamientos continuos cuando hay cambios climáticos o tormentas estacionales.

La joven fue encontrada sin vida en la noche del viernes en el camino que separa el poblado de Iruya de la escuela 4.236 del paraje Sala Esculla, ubicada en una zona de difícil acceso.

En la tarde del sábado el médico legal revisó el cuerpo de la docente y diagnosticó traumatismo torácico abdominal y fractura cervical como causa del deceso.

La fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, quedó a cargo de la investigación por la muerte de María Celeste de los Ríos y señaló que los informes preliminares que recibió indicarían que se trataría de una muerte accidental, aunque igualmente envió investigadores a la zona.

La docente, de 42 años, profesora de Educación Física, tenía que recorrer sola senderos de cornisa, muy peligrosos, para llegar o bajar de la escuela que se encuentra en un lugar remoto de Iruya o buscar la ayuda de un baquiano, quienes según una fuente cobran entre 5 y 10 mil pesos el trayecto.

Según algunos vecinos, en los últimos días se registraron bajas temperaturas y fuertes vientos, y esa sería la causa por la que la maestra habría sufrido una caída en el trayecto.

El hallazgo de la mujer hizo, sin embargo, que la fiscal dispusiera el envío de una comisión al lugar conformada por personal de Criminalística.

Una fuente de la zona señaló que causó extrañeza que la docente haya salido en un horario complicado hacia el pueblo y mucho más que no haya notificado a la directora de su decisión.

Algunas fuentes aseguran que el tramo entre la escuela y el poblado llevaría una caminata de al menos cinco horas.

El horario de salida hace pensar que Celeste caminó -sin ser baquiana- durante la noche.

El sábado por la noche, tras la infausta noticia de la tragedia de la docente, desde el Ministerio de Educación lamentaron profundamente su muerte.

Luego en el mismo comunicado confirmaron la separación del cargo de la directora María Eugenia Sánchez hasta tanto concluya el proceso de investigación judicial.

La docente, con domicilio en la ciudad de Orán, trabajaba hace tres años y dos meses en la escuela 4236 Fray Bartolomé de las Casas y era madre de un niño de 7 años.

El intendente de Iruya, Alfredo Soto, aseguró que el personal municipal se desplegó de inmediato cuando se enteraron, y que lo único que oficialmente se dijo hasta ahora es que pudo haber sido arrastrada por los vientos, que soplaron en las últimas horas.

El Tribuno Salta