Rusia acusó a Ucrania de haber atentado contra la vida de su presidente, Vladimir Putin, con drones que fueron repelidos, tras lo cual el Comité de Investigación ruso abrió un caso penal para investigar como posible “acto terrorista” al supuesto ataque sobre la sede de la Presidencia, el Kremlin, agresión que fue negada por Kiev.

El presidente ucraniano, Volodmir Zelenski, negó las acusaciones, que llegaron en el mes número 15 de la invasión rusa de Ucrania y días antes de un gran desfile militar en Moscú por el aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en 1945.

No obstante, el Comité de Investigación de Rusia abrió un caso penal para investigar como “posible acto terrorista” al supuesto ataque con drones sobre al Kremlin, como un posible “acto terrorista”.

“Según las instrucciones del presidente del Comité de Investigación, Alexander Bastrikin, se ha iniciado un caso penal en virtud del artículo 205 del Código Penal de la Federación de Rusia (‘Acto de terrorismo’)”, reza un comunicado del Comité recogido por TASS.

Putin no se encontraba en el Kremlin, la sede del Gobierno de Rusia, en el momento del supuesto ataque, sino en otra residencia cerca de Moscú, dijo su vocero.

El Kremlin dijo que Rusia se reservaba el derecho de responder a lo que describió como “atentado contra la vida del presidente” y “ataque terrorista planificado”, y el expresidente ruso Dmitri Medvedev pidió la “eliminación física de Zelenski”.

Estados Unidos, el principal aliado de Ucrania y su mayor suministrador de armas para pelear con Rusia, puso en duda los informes del Gobierno ruso.

“Dos drones dirigidos al Kremlin” fueron desactivados “gracias a la utilización de sistemas de radar de guerra electrónica”, dijo el comunicado oficial ruso.

La nota no dijo dónde fueron interceptados los drones, pero afirmó que restos de ellos drones cayeron en los terrenos de la sede del Gobierno, sin causar víctimas ni daños.