El Gobierno mexicano decomisó casi 40.000 armas de distinto calibre desde diciembre de 2018, cuando asumió el presidente izquierdista Andrés López Obrador, de las cuales 70 por ciento proceden de EEUU, informó hoy el ministro de Defensa, general Luis Crescencio Sandoval.

“Del 1 de diciembre de 2018 al 1 de mayo de 2023, 39.782 armas, estas son de diferentes calibres, aproximadamente el 70 por ciento, es de origen estadounidense, de fabricación estadounidense, de todo el total”, precisó el funcionario en rueda de prensa.

El jefe castrense mencionó un incremento en el decomiso de armas que utilizan munición de alto calibre 50, utilizado en ametralladoras de guerra marca Barret contra unidades blindadas.

“De estas armas de fuego, se ha visto el incremento mucho muy importante en armamento calibre 50, ametralladoras o fusiles Barrett, que es donde hemos observado este incremento”, agregó.

En 2019 los decomisos de armas sumaron 7.891 unidades; en 2020, 10.036; en 2021 fueron 7.624 armas y en 2022, 10.085 unidades de uso letal.

En los primeros cuatro meses de este año los decomisos sumaron 3.667, armas, detalla el informe oficial difundido por la agencia de noticias Sputnik.

Las armas, cuya compraventa está regulada en Estados Unidos, son traficadas ilegalmente desde los estados fronterizos de Texas y California, del sur del país vecino.

El 23 de marzo pasado México logró respaldo en su apelación presentada el 14 de marzo en una corte estadounidense ante el fallo de un juez que en octubre desechó su demanda en contra de fabricantes de armas, informó la cancillería.

México apeló la sentencia de una corte de Boston, Massachusetts, tras el fallo de un magistrado que desestimó una demanda presentada en 2021 contra fabricantes de armas, a los que en parte considera responsables de la violencia del crimen organizado.

El país latinoamericano estima que hay en su territorio 13 millones de armas sin registrar, la gran mayoría traficadas ilegalmente desde Estados Unidos, lo que implica que uno de cada 10 mexicanos está armado.

Altos funcionarios de ambos países han sostenido reuniones bilaterales en las últimas dos semanas para abordar temas de seguridad fronteriza, tráfico de drogas, armas y personas.