En los días de conmemoración del 2 de abril de 1982 poco se habla del rol de la Iglesia Católica Apostólica Romana(ICAR). La ICAR como institución fue cómplice activa de la dictadura y tuvo un rol operativo en las fuerzas armadas con los vicarios castrenses y capellanes, recordemos los nefastos sacerdotes como Antonio Caggiano, Emilio Graseli, Adolfo Tortolo o Victorio Bonamin, también los curas civiles con fuerte vínculo con la cùpula militar como Antonio Plaza, Juan Carlos Aramburu o Raúl Primatesta. Además participaron activamente los capellanes de las FFSS como Cristian Von Wernich, el ùnico cura condenado por delitos de lesa humanidad.

En esa época el general Leopoldo Galtieri ocupaba el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) y fue el lìder visible en el conflicto/guerra de Malvinas. El dictador tenía como asesor al Fraile pronazi Anibal Fósbery, luego fundador de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomas de Aquino (FASTA), éste viajó a Libia por encargo de Galtieri para comprarle misiles a Kadafi. La misión, que también integraba el entonces coronel José Dante Segudo Caridi, fue detectada y frustrada por la inteligencia británica.

El mismo 2 de abril la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) brindó su apoyo a la iniciativa del régimen militar por medio de un comunicado público que llevaba la firma de su presidente el cardenal Primatesta: “En este momento crucial en que la patria, guiada por sus autoridades, ha afirmado sus derechos, buscando asegurar su mantenimiento, la Conferencia Episcopal Argentina exhorta vivamente a todo el pueblo de Dios a expresar su unión en una permanente y constante súplica, para que el Señor abra muy pronto aquellos caminos de Paz que, asegurando el derecho de cada uno, ahorren los males de cualquier conflicto” Como podemos ver utilizan la estrategia de siempre, un lenguaje ambiguo donde concilian paz y guerra, mientras bendicen las armas de ambos bandos y se benefician del conflicto.

Recordemos que los cardenales Primatesta y Quarraccino fueron los mentores políticos para que Bergoglio hoy esté como sumo pontífice. Además Primatesta fue el que le recomendó a Videla utilizar públicamente el término “desaparecidos” para ocultar los crímenes de la dictadura.

Cuando el genocida  Mario Benjamín Menéndez asumió como gobernador militar del territorio de Malvinas concurrieron, para legitimar su mandato, el nuncio apostólico Ubaldo Calabresi, el cardenal  Aramburu  y el provicario del Ejército, monseñor Bonamín,  se  hicieron presentes los obispos  Collino,  Galán,  Menéndez,  Villena,  Canale  y  Di  Monte,  estos llevaron  10.000  rosarios  para  los soldados

Algunos datos interesantes para recordar de Calabresi el 27 de junio de 1992 fue consagrador de Jorge Mario Bergoglio como obispo. Participó en la mediación de la Santa Sede entre Argentina y Chile sobre el conflicto del Beagle y fue el encubridor del arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni, abusador de seminaristas.

El martes 25 de mayo de 1982 en medio del conflicto armado con gran Bretaña la ceremonia central de la conmemoración de la Revolución de Mayo se realizó en la Catedral Metropolitana, con la presencia de la Junta Militar; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Adolfo Gabrielli; funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional y el cuerpo diplomático encabezado por su decano, el nuncio apostólico Ubaldo Calabresi (sucesor de Pio Laghi quien jugaba semanalmente al tenis con Massera durante la dictadura 76-83).

El obispo de Mar del Plata, monseñor Rómulo García, haciendo gala del lenguaje ambiguo caracteristico de la ICAR expresaba su deseo de que “esto que comenzó como un acto de firme fuerza militar no desemboque en la  violencia ni  en  enfrentamientos  bélicos”,  decía que era  necesario  “agotar  todos  los medios diplomáticos”. “Como argentinos y cristianos no queremos la guerra”, señalaba el obispo  marplatense,  advirtiendo  sin  embargo  que  “tampoco  queremos  las  negociaciones que se basen en mentiras o en intereses ajenos a la verdad que nos asiste por derecho y a la justicia que surge de una realidad histórica”.

EL papa Juan Pablo II, socio en muchas causas de Margaret Tacher y Ronald Reagan, sobretodo para clericalizar Polonia, envió un mensaje a los obispos en el que se posicionaba por la paz, la reconciliación y la negociación con el gobierno británico. El 25 de abril el Papa anuncia su viaje a la Argentina, luego de haber visitado previamente a Tacher en Inglaterra. Llegó el 11 de junio a reunirse con los obispos y la Junta Militar para asegurase el fin del conflicto tras haberle sido éste funcional a su socia, la Dama de Hierro, para ser reelecta como Primera Ministra en el Reino Unido.

Fernando Esteban Lozada.

Organizaciones Laicistas Argentinas

www.laicistas.ar