Según un estudio elaborado la Fundación CEPES (Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales), en el mes de Febrero una familia tipo necesitó un ingreso mensual de $ 11.270,53 para adquirir la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de esta manera no caer en la Indigencia, valor que significa un 7.32% de aumento con respecto a Enero, registrándose un incremento del 7.61% en los dos primero meses del año. Si consideramos los últimos doce meses el aumento del valor de la CBA alcanzó al 71.94%, mientras que en los últimos dos años llegó al 117.60%.

Con respecto a la Canasta Básica Total (CBT), valor de referencia para no caer en la Pobreza, esta familia tipo necesitó un ingreso mensual de $ 25.020,58 con una suba del 4.95% con respecto a Enero y un acumulado del 10.09% en los dos primero meses del año. De la misma manera que la canasta alimentaria, la CBT registra incrementos realmente impactantes: 50.28% los últimos 12 meses y 94.79% en los últimos 24 meses.

Una familia de 2 jubilados con 100% de cobertura de medicamentos y con un ingreso familiar mensual de dos jubilaciones mínimas ($ 18.618,20) no llega a cubrir con sus ingresos el monto definido por la Línea de Pobreza ya que para el mes de Febrero alcanza a $ 21.300,88 mensuales.

En el caso que la cobertura de medicamentos de ambos jubilados fuera del 80% esta situación se agrava aún más ya que el ingreso mínimo necesario para no ser considerado pobre es de $ 22.152,91.

Si la cobertura de medicamentos sólo alcanza el 50%, el ingreso necesario para no caer en la Pobreza es de $ 23.164,71 casi $ 4.600 más que la sumatoria de las dos jubilaciones mínimas consideradas como ingreso mensual.

El costo de la canasta de medicamentos considerada para esta familia de dos jubilados en el presente estudio, experimentó un incremento del 40.84% desde el mes de agosto de 2018 a la fecha.

El presente trabajo, dirigido y coordinado por la Lic. Claudia Lombardi, se llevó a cabo los días 27 y 28 de febrero de 2019 en la ciudad de Mar del Plata. Se realizaron relevamientos de precios en diversas bocas de expendio, recayendo la información tomada en góndolas de supermercados por ser los comercios minoristas de mayor venta.