La localidad cordobesa de Justiniano Posse atravesó durante esta pandemia una situación más tranquila que muchos otros lugares de la provincia, ya que desde la llegada del coronavirus al país, solo tuvieron dos casos cuando comenzó la cuarentena a finales de marzo.

Sin embargo, en la última semana las cosas cambiaron, ya que luego de una misa y una peregrinación religiosa, más de 900 vecinos debieron quedar en aislamiento estricto, después de que el cura les dijera que se sacaran los barbijos porque si morían iban al encuentro de Dios.

Según indicaron medios locales, la peregrinación y misa por la Virgen patrona del pueblo ocurrió el pasado 8 de septiembre en la Iglesia Natividad De María Santísima, y entre la gente que se movilizó, no se cumplieron los protocolos porque el cura que llevó adelante el encuentro instó a los fieles a que no usaran tapaboca.

En base a lo que contaron testigos del hecho, se sabe que el sacerdote les decía a los ciudadanos que aquellos que usaban barbijo eran miedosos, y que no tenían que tenerle miedo a la muerte, porque si fallecían se iban directo con Dios.

Como resultado de ese día, 22 personas fueron detectadas con coronavirus durante las últimas horas, mientras que otros 1000 quedaron aislados de manera preventiva por ser contacto estrecho de los positivos.

Tras lo sucedido, el intendente Gerardo Zuin si bien no pudo confirmar la versión porque no estuvo en el lugar, declaró al medio Cadena 3 que “casi seguro haya dicho eso porque lo conozco”, en referencia a los rumores que indican que el cura está en contra de la cuarentena y de la vacuna.

“Me enteré de este caso a través de comentarios de la gente. Incluso desde la Municipalidad ya habíamos intimado a la iglesia para que cumpla el protocolo”, explicó.

Desde la municipalidad también informaron que restan conocer los resultados de 35 hisopados realizados entre el lunes y el martes, y que otros 6 casos fueron confirmados hoy, con un total de 22 infectados activos.

Por su parte, el director del Hospital de Justiniano Posse, Oscar Gómez, confirmó que el brote en la localidad tuvo su origen en la misa. “Hay hisopados en espera del lunes y martes, son bastantes”, informó.

“El 80 % de los contagios salen de la misa”, añadió, y advirtió que esperan “muchos más casos por la cantidad de contactos estrechos”. “Tenemos más de 1000 personas en aislamiento por contacto estrecho y contactos de contactos, el árbol epidemiológico tiene la posibilidad de muchos casos más”, insistió.

Luego de eso, aseguró que la semana será “crítica” y de mucho trabajo para los médicos, aunque Gómez evitó culpar solo al cura que dio la misa. “Yo no le puedo echar la culpa a nadie, acá la responsabilidad pasa por cada uno. Hubo una irresponsabilidad social, cuando no se cumplen las medidas como el distanciamiento y el barbijo pasan estas cosas”, cerró.

Se investiga si el cura incurrió en un delito

El fiscal federal de Bell Ville, José María Uriarte, investiga ahora la responsabilidad que tuvo el sacerdote en el contagio que se dio dentro de la localidad, a raíz de una denuncia anónima que reveló que fue el cura quien le dijo a sus fieles que se sacaran el barbijo.

“Una persona dio cuenta de que habría cierta intranquilidad en la comunidad a raíz del incumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos en la parroquia del lugar y en celebraciones de la virgen patrona del pueblo. Iniciamos una investigación para corroborar estas versiones y si hubiera concurrido en delitos comprendidos en el Código Penal que impliquen la contrariedad a normas establecidas y que esto pueda acarrear una pandemia o epidemia”, informó.