Una chica de 22 años fue atropellada dos veces en un robo en Lomas de Zamora. La familia describió el destrato en el hospital para la víctima de inseguridad.
Daiana Castillo fue víctima de un asalto junto a dos amigos con los que se desplazaba en moto por Lomas de Zamora. Terminó hospitalizada y, tres días después, la joven de 22 años murió por una fuerte infección que contrajo en el hospital, al que su mamá acusa de negligencia.
“¡Me dejaron en cama, me explotaron mi parte intima! Qué injusto que lacras como esos estén andando en la calle como si nada. Ayuden a encontrar a esos hdp y la moto que, como todos saben, siempre cuesta tener lo de uno. Les agradezco de corazón si comparten y nos ayudan”, había posteado en su perfil de Facebook la víctima del hecho de inseguridad el domingo de la semana pasada, horas después de que los asaltaron en la localidad de Villa Centenario, en Lomas de Zamora.
La víctima de inseguridad trabajaba en un puesto de ropa en la feria de La Salada, el día del robo preparó los pedidos con su amiga Marilú Ortega, durante la madrugada. Se maquillaron y salieron con un amigo, Franco, a la casa de otro chico. Cuando Franco las llevaba de vuelta a sus domicilio, los interceptó un Volskwagen gris con cuatro personas armadas en la esquina de Puerto Argentino y Espronceda. El joven los esquivó pero en la cuadra siguiente los encerraron en una maniobra que los hizo caer al suelo.
Daiana iba sentada detrás y cuando los interceptaron «voló contra el cordón», explicó Marilú y contó que su amiga quedó tirada en el piso. De acuerdo con el testimonio de testigos y de la víctima, el auto retrocedió y pasó dos veces por arriba de las piernas de la víctima. “Hijo de puta, ya estábamos mal y me la pisó. Ninguno nos resistimos, ya tenían la moto”, lamentó la amiga. Entonces, los ladrones se dividieron entre la moto y el auto y escaparon.
A Daiana, que se mantuvo consciente todo el tiempo, la trasladaron al Hospital Gandulfo, donde la encontró cerca de las cinco de la mañana Alicia Cáceres, su mamá, quien denunció que la halló “más muerta que viva” en una camilla en los pasillos. “Nadie la atendía. Tuve que pelear con todo el mundo”, aseguró a Diario Conurbano, y agregó que recién a las 14 una cirujana la suturó y que le aseguraron que no estaba grave ni fracturada, sino que solo tenía un corte.
«Cuando llegó la cirujana, no le limpió la herida. Ella estaba llena de barro, le hizo los puntos así y me dice ‘llévatela’”, expresó la mujer. Tras recibir el alta, Daiana parecía estar en buen estado de salud, pero con el correr de las horas fue empeorando. El martes, como ya gritaba por el dolor, Alicia la llevó otra vez al hospital, donde la operaron.
“La ginecóloga le corta los puntos y me pregunta: ‘¿quién le hizo esto?, ¿quién es la asesina que le hizo esto?’. Me dijo que le iban a hacer una tomografía, que estaba con una infección muy grande y estaba grave”, reveló la mamá. «Le pusieron una anestesia y no le agarraba de la infección que tenía, ella gritaba de dolor y pedía que la ayuden. A las 10 de la noche entró en cirugía, salió a la madrugada, y cuando estaba reaccionando viene uno y me dice que no podía respirar y la tenían que dormir porque estaba grave. Me dijeron que la entubaban y que me preparara para lo peor”.
Luego, la chica tuvo tres paros cardíacos y falleció el miércoles. “Yo estaba en la sala de espera y nadie me avisó nada, nos trataron muy mal, me la mataron en ese lugar. La trataron peor que a un animal”, dijo la mujer de Lomas de Zamora
El sábado, mientras su familia la despedía a Daiana en una ceremonia íntima por las medidas de prevención por la pandemia de coronavirus, efectivos de la Comisaría 7 de Villa Centenario detuvieron a un joven de 19 años, conocido como “Anquito”, en una casa de Lomas de Zamora.
En el allanamiento, la Policía también encontró una pistola Bersa calibre 22 largo, que habría sido utilizada en el robo. De acuerdo con lo que trascendió, el arma tenía pedido de secuestro por un homicidio ocurrido en marzo en Lanús. La causa por “robo agravado, homicidio, tenencia ilegal de arma y encubrimiento” quedó ahora en manos de la UFI N° 4 de Lomas de Zamora, a cargo de Silvina Estévez, que indagará en las próximas horas al sospechoso y está tras el rastro de sus cómplices.