La presidenta de la entidad pidió “responsabilidad social” de cara a las reaperturas que entran en vigencia.

La presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), Rosa Reina, advirtió que el cuadro sanitario en el país no es el óptimo y pidió “responsabilidad social” de cara a las reaperturas que entrarán en vigencia a partir del lunes. “No es momento para juntarse a hacer una fiesta”, aseguró.

“Tenemos que madurar como sociedad y pensar en todos. Así como los médicos tienen que estar trabajando en los hospitales, la sociedad también tiene responsabilidades. Nosotros también estamos alejados de nuestra familia, porque somos parte de la sociedad. Muchos dormimos en habitaciones separadas para no contagiarlos. Tenemos responsabilidades comunes como ciudadanos, que es cuidar al otro”, aseguró, en diálogo con Radio 10.
Reina aclaró que entiende el cansancio social, pero exigió autocontrol a la hora de afrontar la nueva etapa.

“Comprendo y respeto el esparcimiento. Considero que es bueno y que la gente lo necesita. pero hay que hacerlo respetando los protocolos. Hay que ser responsables”.

“Voy a hacer una comparación odiosa: todos sabemos cuáles son las reglas de tránsito, pero somos uno de los países con mayor número de muertes en accidentes de tránsito. Lo mismo pasa con los infectados de Covid-19”, alertó la médica.

En línea con el pedido de la presidenta, Arnaldo Dubin, miembro de la SATI, advirtió días atrás que no sólo hay que contemplar el número de unidades de terapia intensiva disponibles en cada distrito, sino que hay que prestar atención al personal sanitario.

“La limitante del funcionamiento del sistema de salud no es un recurso físico”, aclaró, en alusión a los respiradores y las camas. “Es un recurso humano. La situación es límite. Están sobrecargados, extenuados física y psicológicamente. Esto puede llevar a cometer errores, contagios y finalmente enfermarse”.

El médico se refirió al cuadro de situación que se vive hoy en Jujuy, una de las provincias que más preocupa al Gobierno. “Ha habido una enorme preocupación en el mundo por la disponibilidad de camas. Ha habido carreras desenfrenadas por el desarrollo de nuevos respiradores, pero se ha hablado poco del recurso humano. La triste situación que se vive en Jujuy desnuda esa realidad. Hay respiradores, hay camas, pero no hay personal de salud”.

“Si existe un riesgo de colapso, no es por falta de respiradores o de camas, es por falta de personal. Son pocos los médicos que quieren hacer terapia intensiva. Esto tiene que ver con las demandas de la enfermedad, la carga física, psicológica, el contacto con el sufrimiento y los salarios. Menos del cincuenta por ciento de las vacantes están ocupadas y de no ser por los médicos extranjeros que vienen a formarse en el país, no sería posible atender correctamente a los pacientes”.

Consultado sobre la posibilidad de que médicos formados en otras especialidades puedan reforzar el sistema de unidades de terapia intensiva, Dubin advirtió: “Se ha planteado que otros médicos puedan colaborar y efectivamente estamos trabajando en ese sentido. Habrá terapias intensivas que van a ser manejadas por cirujanos. Ustedes piensen qué pasaría si los intensivistas operamos pacientes. La terapia tiene límites finitos y la única posibilidad de evitar el colapso es que la enfermedad no siga creciendo”.

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