La adolescente de 15 años que había sido secuestrada en Flores cuando salía del colegio fue encontrada muerta ayer a la madrugada en el asiento trasero del auto de sus captores, en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Luego de una persecución, la Policía detuvo a dos hombres. La familia de la joven había recibido un llamado extorsivo y pagado 30 mil pesos por el rescate.

La víctima fue identificada como Xiomara Méndez Morales. La encontraron en el asiento trasero del auto de sus secuestradores, maniatada y con un cinturón a la altura del cuello. Tenía la boca cubierta con cinta de embalar. A pesar de que todavía se espera el resultado definitivo de los estudios forenses, las primeras hipótesis indicarían que la menor murió por asfixia.

La persecución policial empezó cuando los secuestradores intentaron evadir un control vehicular de rutina y escaparon hacia la provincia de Buenos Aires. Al llegar a la zona de Brandsen y Colectora, en Ituzaingó, fueron detenidos por los uniformados. La joven ya se encontraba sin vida.

Los detenidos tienen 35 y 40 años. Según el testimonio de una compañera, la adolescente habría subido al auto por sus propios medios. Por eso ahora los investigadores buscan determinar si la joven conocía a los hombres o subió engañada.

Según trascendió, los secuestradores le habían pedido a la familia de la víctima dinero y drogas a cambio de liberar a la adolescente sana y salva. La Policía revisa las cámaras de seguridad de los alrededores del Liceo N°5, ubicado en Carabobo y Bonifacio, donde fue raptada la adolescente.

El subsecretario de Gobierno y Seguridad de Ituzaingó, Alfredo Almeida, aseguró que los detenidos por el secuestro y asesinato de Xiomara buscaban “descartar el cuerpo” de la menor al comprobar que se encontraba muerta.

“Cuando los interceptan, (los efectivos policiales) ven en el piso del asiento trasero a la nena maniatada y la trasladan inmediatamente al hospitalito de Ituzaingó. Por eso, se piensa que (los secuestradores), estaban dando vueltas, después de tantas horas, para descartar el cuerpo”, indicó Almeida.

El funcionario confirmó que dentro del Fiat Duna rojo (matrícula DTF 343), los delincuentes llevaban un bidón de nafta y un acolchado, con el que presuntamente pensaban prender fuego el vehículo para deshacerse de la evidencia.

Por su parte, el director del Hospital de Ituzaingó, Hugo de la Fuente, indicó que cuando llegó el cuerpo de Xiomara se comprobó que carecía de síntomas vitales. “Se hicieron las maniobras de resucitación básica y avanzada pero entró sin latidos cardíacos y sin respiración espontánea”, dijo a TN.

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