Morgan Robinson tenía 21 años cuando se armó de valor y tomó la determinación: decidió unirse al Ejército de los Estados Unidos, algo que había anhelado desde que era muy chica.

Pasó seis años en la Guardia Nacional, hasta que en 2016 le llegó la noticia: sería transferida por primera vez fuera de su país, a Kuwait. Sin embargo, allí comenzó la pesadilla.

Es Debbie Robinson, su madre, quien cuenta su historia, ya que Morgan no puede: se suicidó tras haber sido violada en manada por sus compañeros, y su familia denuncia que el Ejército no hizo nada al respecto.

“Cuando estaba en Kuwait, uno de sus superiores la agredió sexualmente y la acosaba continuamente”, le contó Debbie. Según detalló, en aquel momento Morgan realizó la denuncia correspondiente, pero “nada pasó”.

En medio de aquel despliegue, Morgan fue enviada a Afganistán. Y la historia se repitió: según su madre, fue violada nuevamente, esta vez en manada, por varios de sus compañeros.

“Estaba muy asustada, porque la amenazaron. Además, sabía que su denuncia no llegaría a ninguna parte. No pasó nada en Kuwait con la agresión sexual y el acoso, entonces, ¿por qué iban a hacer algo en Afganistán?”, se preguntó Debbie.

El desenlace resulta estremecedor: en 2018, Morgan se suicidó. Sucedió apenas meses después de que James Mattis, por entonces secretario de Defensa, afirmara que había tolerancia cero para la agresión sexual. “Si bien las bajas en el campo de batalla son una realidad de la guerra, no aceptaremos bajas debido a las agresiones sexuales en nuestra familia militar”, había asegurado.
Encubrimiento y pedido de justicia

Lo cierto es que meses después de todo esto, Debbie pide justicia por su hija. “Ella estaba haciendo un trabajo que amaba, y lo estaba haciendo por su país. Y pensar que eso es lo que le quitó la vida, es es lo que la rompió… Querían su cuerpo y se llevaron su alma”, remarcó.

Por lo pronto, ninguno de los culpables aparece. Y, según Debbie, se intenta tapar todo lo sucedido: ella accedió a los documentos de la investigación oficial tras el suicidio de su hija, y varios párrafos aparecían tapados.

¿Qué decía allí? “La sargento Robinson sufrió un trauma sexual, físico y psicológico mientras estaba desplegada. La secuela de este trauma fue un factor en su muerte”, reveló CBS, dejando en claro que el Ejército estaba al tanto de todo.

“Los militares son los responsables de su muerte, por la forma en que no manejaron lo sucedido. No pueden oficiarse de policía de sí mismos. ¿Cómo uno puede investigarse a uno mismo? No es posible”, reflexionó Debbie, quien además lucha por un cambio profundo ante estos casos.

¿Cuál fue la única determinación tomada por el Ejército en todo este tiempo? Ocho meses después del suicidio de Morgan, su comando emitió una reprimenda por escrito al oficial que la había agredido en Kuwait.

Ahora, el Ejército promete llevar a cabo una “investigación completa” y tomar las medidas adecuadas contra el autor denunciado. El crimen, mientras tanto, permanece impune.