En un extenso reportaje realizado por el periodista especializado en basquet Jualián Mozo para infobae, el dt de la Selección Argentina contó como el gran jugador, sobreviviente de la generación dorada, Luis Scola le anticipó el desastre que se venía unos días antes que explote.

Sergio Santos Hernández es muy locuaz. Y muy inteligente. El técnico de la Selección de básquet sabe de muchas cosas, no sólo de la pelota naranja. Y, además, tiene el don de contar historias y hacer comparaciones para hacerse entender mejor, sobre todo para el gran público. Y por eso, en tiempos de pandemia, de stress e incertidumbre emocional, vale la pena escucharlo. A él y a sus anécdotas, que nos permiten encontrar herramientas para superar situaciones de angustia que, si las tomamos con lucidez, pueden representar una oportunidad.

-¿En qué aprovechaste vos la cuarentena obligatoria?

-Para varias cosas. Principalmente para recuperar el entusiasmo por mi profesión. En los últimos años, durante mis tiempos libres, buscaba esquivar mi profesión. Había perdido el día a día con mis colegas y el hablar de básquet por placer. Estaba saturado. Pero esta cuarentena me llevó a eso: a charlar más, a leer sobre el tema, a informarme y ver partidos viejos. Volví un poco a ser el entusiasta que fui durante muchos años. Y, además, recuperé el hablar con amigos de otros temas, porque sentí la necesidad de conectarme con ellos. Y profundicé relaciones con gente nueva, como Iván Noble, quien me hizo una nota hace un tiempo, pegamos onda y ahora hasta hicimos un vivo en Instagram. Creo que esta cuarentena a muchos nos mejoró la empatía, el querer saber cómo está al otro, dedicarle más tiempo o darte cuenta que estabas enojado con alguien por una boludez. Creo que es bueno también pensar para qué nos está sirviendo todo esto. Yo, a los 56 años, no necesito demasiado. Lo único que lamento, al vivir en Buenos Aires, es no poderles dar un abrazo a mis hijos, que están en Mar del Plata.

-Te escucho lo que decís y hace poco leí un comentario tuyo en una nota en Básquet Plus, sobre política o al menos de ideología, hablando de la importancia de la salud y educación pública, de que no todo puede ser privado, sobre la importancia del estado… ¿Siempre lo pensaste?

-Siempre. Y no puedo entender cuando se piensa de otra manera. No digo que no debe haber educación privada o actividades de ese tipo, pero hablo de la importancia. No entiendo a los gobiernos cuyo punto de partida no son la salud, la educación, el deporte, el arte, la ciencia… Lo privado debe existir, pero es verdaderamente lo público lo que nos va a salvar. No todo debe salir del Estado, porque sino corrés el riesgo te conformarte y no esforzarte lo suficiente, pero lo básico te lo debe dar. ¿Cómo un Estado no va a asegurar salud y educación a cada persona que nace? Porque, como dijo el presidente, el verdadero capital de un país no es el petróleo sino el conocimiento

-Volviendo a la pandemia, vos estuviste en España cuando estaba por explotar. ¿Cómo viviste eso? Y contame si es verdad que Scola te hizo ir antes, lo que demuestra que los GD ven todo antes de que pase.

-Sí, fue así. Y con Luis no es la primera vez que me pasa. Un año antes de China, me dijo que teníamos que empezar a pensar en una semifinal mundial y me lo fundamentó. Yo no lo quise decir, pero terminó siendo así. Y ahora pasó algo similar. Fui a España a fin de febrero, cuando el virus era una cosa que les pasaba a los chinos. Cuando estoy allá, la pandemia inicia en Italia y ahí decido no ir, aunque ya tenía el pasaje. Vi varios partidos en España y me junté con los argentinos. Ya había 1000 contagiados, pero en el país se hablaba poco y nada. Los lugares públicos estaban llenos. Incluso el 9 de marzo yo estaba comiendo en un restaurante, cuando me llama Luis. Me pregunta cómo me había ido, si ya me había reunido con todos. Le dije que sí y me tira “entonces, andate ya a Argentina”. Yo le pregunto por qué. “Acá está todo normal, estoy comiendo en una terracita, está lleno de gente, esto no avanza”. Y él me responde, sin dudar. “Hoy no pasa nada, pero va a pasar. Hace una semana estábamos igual y mirá ahora… En pocos días se pudre todo. La ACB se va a parar, la Euroliga también”, me asegura. Me parecía un delirio, pero como es Luis, llamé a la agencia y cambié el pasaje del 14 para el 10. Ese 10 al mediodía me junté a comer con los chicos del Real y ya me dijeron que le estaban haciendo estudios a Thompkins por fiebre. Cuando llegué al país ya se sabía que era positivo… Si hubiese esperado al 14, no sé si volvía. O si no me contagiaba. Así es Luis, increíble en todo sentido.

Por Julián Mozo