Cada semana asoma un poco más difícil en la evolución de la pandemia en Argentina. El aumento del número de casos crece día a día y constituye una gran preocupación de cara al futuro. Sin lugar a dudas, el epicentro está en el área metropolitana, que concentra un alto porcentaje de la población del país en un ámbito geográfico relativamente pequeño y con algunas características que propician la mayor difusión del virus, con sectores de alta vulnerabilidad y condiciones de vida adversas.

El AMBA presenta una concentración de más del 90 % del total de los positivos en los últimos días, con predominio en los barrios más desfavorecidos de CABA, donde el hacinamiento y la falta de servicios son moneda corriente. Y no deja de ser una gran preocupación para el conurbano bonaerense, donde las situaciones son aún más problemáticas y la cantidad de lugares vulnerables son muchos más. En la región, en los últimos quince días se han quintuplicado los contagios y la curva tiende a crecer exponencialmente.

El sábado 23, en una nueva conferencia de prensa, las máximas autoridades de Nación, Provincia de Buenos Aires y CABA comunicaron la decisión de prolongar el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por otras dos semanas con características similares a las actuales, con liberación de actividades en las ciudades donde no hay circulación viral comunitaria y con agudización de controles y restricciones en el ámbito metropolitano, los que en principio regirán desde el martes 26.

Desde CICOP, venimos insistiendo en la necesidad de hacer prevalecer el criterio sanitario por sobre las otras áreas, más allá de comprender las problemáticas de aquellos sectores más comprometidos. La flexibilización de la cuarentena, con gran cantidad de personas circulando en la vía pública pese a no pertenecer a las áreas esenciales y un aumento sustancial de la ocupación en el transporte público, ha traído aparejado un número creciente de infectadxs, lo que seguramente se verá incrementado en los próximos días.

La presión que vienen ejerciendo los grupos concentrados de la economía, con un fuerte sostén mediático, ha tenido un parcial éxito, con la apertura de actividades que no revestían carácter esencial. Será menester que en el tiempo que viene se ajusten las definiciones de cuidados, para que no caigan en saco roto todos los esfuerzos realizados por el conjunto de la población hasta aquí, sosteniendo medidas de contención social como la prohibición de despidos, una garantía de cobro salarial completo y un subsidio universal suficiente. En aquellos países donde se intentó privilegiar la economía por sobre la salud, la consecuencia fue el padecimiento de miles de muertes, no habiéndose evitado, además, la caída catastrófica de sus rendimientos económicos.

Nuestro sistema de Salud

El aumento de casos colocará al sistema de Salud ante un verdadero desafío. Sometido durante años a ajustes y desfinanciamientos que deterioraron fuertemente su capacidad, el panorama se muestra como muy complejo. El sostenimiento de un registro de contagios que aún no han subido de una forma brusca ha permitido que algunos de los problemas de funcionamiento se hayan comenzado a abordar, incrementándose el número de camas disponibles y los insumos para la atención.

El verdadero cuello de botella sigue estando en la dotación de personal, particularmente en el sector público provincial. Las políticas de recursos humanos llevadas a cabo por años, donde los bajos salarios y las pobres condiciones laborales son lo usual, han provocado una situación inédita: la falta de postulantes para ingresar o permanecer en el sistema, agravando la merma de los planteles necesarios. No se llegan a cubrir las bajas originadas por jubilaciones, renuncias o fallecimientos, con la consiguiente afectación del funcionamiento de los servicios.

En tal sentido, nos preocupa que el aumento de unidades de internación y de elementos para la asistencia no se haya visto acompañado de una evolución similar de los ingresos de trabajadorxs, sobre todo en las áreas más críticas. La evolución de la epidemia ha demostrado que el personal de Salud es uno de los más castigados por la diseminación viral, siendo frecuente la necesidad de aislamiento de buena parte de los equipos de atención cuando entran en contacto estrecho con casos confirmados. Por ello, será necesario un mayor volumen de trabajadorxs para hacer frente a la situación, así como un mayor número de testeos para el personal.

En ese contexto, la reapertura de la paritaria en el mes de junio nos brinda una nueva oportunidad para mejorar salarios y condiciones de trabajo para lxs profesionales de la Salud. Tendremos la posibilidad de discutir un aumento en nuestros ingresos, a la vez que podremos confirmar de una manera definida la oferta de incorporación a la totalidad de lxs residentes que egresan en 2020 al sistema provincial. Será la forma de reafirmar el compromiso de dotar de nuevxs trabajadorxs, formados adecuadamente, a nuestros establecimientos.

Por otra parte, la situación es más grave aún en el primer nivel de atención que depende de los municipios, en donde aún persiste un alto grado de precarización laboral y un importante atraso salarial en muchos distritos. Para resolver estas cuestiones, será imprescindible profundizar la decisión de volcar los recursos necesarios en la Salud Pública. Cuando desde CICOP decimos que se debe privilegiar la deuda interna por sobre la externa nos estamos refiriendo, ni más ni menos, que a eso. Que los acreedores externos esperen, que las grandes fortunas y rentas sean gravadas, que se inicie la discusión de nuestro regresivo sistema tributario, nos permitirá contar con lo que requerimos para tener un sistema sanitario universal, gratuito y de calidad para el conjunto de la población.

Hacia una Jornada de Lucha Nacional

Durante la semana, el Senado Nacional convirtió en ley la exención del Impuesto a las Ganancias para lxs trabajadorxs de la Salud que excedan el mínimo no imponible a partir de haber realizado guardias y horas extras mientras dure la emergencia sanitaria. También se aprobó el Programa de Protección al Personal de Salud durante la pandemia. En el primer caso, la norma asoma como notablemente insuficiente, en tanto solamente pauta las horas excedentes y es sólo durante el tiempo estipulado. En el segundo, será imprescindible que lo aprobado se haga efectivo. En ambos casos, son algunos avances en relación a las situaciones anteriores.

La referencia a lo que viene pasando en el área metropolitana con la diseminación del coronavirus, donde las condiciones de precariedad en la que viven la cuarentena miles de personas en los barrios más vulnerables imperan, no puede desligarse de la situación que enfrentan los equipos de Salud en sus ámbitos laborales. Con dificultades de variado tipo, las vicisitudes van desde lo salarial hasta la provisión de los equipos de protección, pasando por dificultades en la aplicación de los protocolos vigentes, la falta de conformación de comités de crisis en la mayoría de los lugares –la provincia de Buenos Aires parece una excepción, fruto conseguido con nuestra lucha – y la no democratización en las tomas de decisiones.

El núcleo más problemático en este momento es el de Ciudad de Buenos Aires, sin convocatoria paritaria, con intentos de avances en los derechos de los trabajadorxs y una situación sanitaria de gravedad, a expensas de la expansión de la pandemia, en particular en los barrios más vulnerables. También allí, en el sector privado, se han producido rebajas de salarios en varias instituciones, provocando una mayor afectación en la capacidad de respuesta de los efectores.

El escenario no es tan distinto en diversas provincias, con situaciones conflictivas en varias de ellas, tales como Santa Fe, Córdoba, Jujuy y Salta, entre otras. Por todo ello, resulta propicio el llamado a una Jornada de Lucha Nacional en los primeros días de junio, que sintetice las peleas que se vienen desarrollando a lo largo del país y que ponga en agenda las demandas de lxs trabajadorxs de la Salud con un criterio de unidad en la acción, en forma pública y de acuerdo a las definiciones y actividades que cada espacio paute. Será la expresión de las articulaciones que venimos desarrollando con organizaciones sindicales afines del área metropolitana y del resto del país.

Foto ilustrativa – Fuente: prensa Cicop