La Justicia Federal resolvió en las últimas horas el procesamiento de dos efectivos de la Policía Bonaerense acusados de suministrar información a una banda dedicada al narcotráfico para que sus integrantes tuvieran conocimiento sobre “dónde se podía operar y vender droga”.

Ambos agentes, como el resto de los miembros de la organización, estaban siendo investigados desde 2014 por la Justicia Federal de Mar del Plata y cayeron a fines de agosto en una serie de allanamientos, en un operativo que los investigadores llamaron “Acantilados Blancos”.

La acción incluyó el seguimiento de los movimientos desde un helicóptero y terminó con los 13 detenidos. De todos modos, la investigación continúa y hay 5 sospechosos que permanecen prófugos de las autoridades.

El juez federal Santiago Inchausti, del Juzgado N°3 de la ciudad, ahora los procesó con prisión preventiva, incluidos los dos agentes de la Policía Bonaerense, sospechados de brindar información y protección a la supuesta banda narco, según informó Clarín.

Además de la imputación por venta de estupefacientes, sobre cuatro de ellos se suma el delito de tenencia de arma. La investigación recayó en la fiscalía de Nicolás Czizik.

La banda operaba en distintas zonas de la ciudad y tenía con qué defenderse: durante los allanamientos se secuestraron armas de diferentes calibres (escopetas, revólveres, pistolas, una carabina y rifles de aire comprimido) y municiones. Además, en una de las propiedades allanadas había picanas eléctricas y un chaleco táctico de los que usualmente utilizan los agentes de la Bonaerense.

Los operativos los hicieron la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal simultáneamente en 20 puntos de la ciudad.

​El resultado fue el secuestro de unos 5 kilos de drogas, entre marihuana y, en menor medida, cocaína. Además, se decomisaron vehículos, dinero y computadoras, entre otros aparatos electrónicos de los que podría desprenderse información sobre las conexiones de la red.