El 7 de mayo a las 19 horas, Francisco Chavez recibió dos tiros “de un pibe de 24 años que vendía droga para la policía”, relata una de las vecinas al cumplirse un año de la tragedia. Por este motivo, este lunes a partir de las 17.30, se realizará un encuentro entre las calles Vidal, Gutemberg, Calabria y Calabria bis, para resignificar la plaza en donde ocurrió el trágico hecho.

Francisco Chavez tenía 15 años en 2017, tocaba el redoblante en la murga ´Los  Únicos´, el interés por la música lo llevó a tocar el piano y la guitarra junto a unos profesores de cumbia colombiana. Además, jugaba al futbol en la escuelita ´Jesus te ama´, ubicada entre el barrio Pueyrredón y El  Martillo.

A un año de su asesinato, los vecinos y vecinas del barrio se organizaron para recordarlo: “En el barrio hicimos una asamblea y cada uno tiró una propuesta, el hecho sucedió el 7 de mayo a las 19 horas, por lo que buscamos generar un torneo de futbol, realizar una actividad para niños, una merienda y que a las 19 hagamos algo simbólico como tirar globos. La idea es que a la misma hora cambiemos la historia, queremos que el barrio esté vestido de lo que era él,” comentó una de las vecinas a MdpYa.

Recordando a Francisco Chavez, afirmó que era un joven que amaba jugar al futbol y que lo hacía tan bien que en alguna oportunidad le habían ofrecido probar suerte en Racing. “Él dijo que no porque amaba el barrio y el club donde estaba, además,  su novia también era del barrio y tenía la vida acá,” aseguró la vecina.

7 de mayo de 2017 – Los hechos

“Hace un año Fran estaba arriba del auto de su primo. En ese momento uno de los pibes de la esquina que todos conocemos sale con un arma y le dispara a quien manejaba el auto en donde estaba Fran. Dos tiros le pegó Fran sin querer, pese a que lo llevaron al Hospital no pudieron salvarlo,” recordó una de las vecinas.

Ese día 3 personas perdieron su vida, el barrio entró en pánico y los vecinos aseguraron que fue una “locura” el hecho que se desencadenó después. “Hubo varias personas enfierradas de distintos barrios que decían querer hacer justicia por Francisco, buscando al loco que lo mató,” comentó la allegada.

La adrenalina, la bronca y la impotencia se apoderaron de los vecinos. Siete horas duró el tiroteo, gente armada circuló por las calles y patios de los vecinos, produciendo que varias personas corrieran descalzas con los niños y niñas a upa.  Dos casas se prendieron fuego, una de ellas era la casa de quien asesinó a Francisco. El abandono se hizo eco en los barrios y el pánico se apoderó de los vecinos que sufrieron por largas horas la muerte, los disparos y el fuego.

Lara E. Franco – Redacción MdpYa.