El Banco Mundial advirtió este miércoles que empeoraron sus perspectivas sobre el efecto de la pandemia. En ese sentido, el organismo estimó que entre 88 y 115 millones de personas a nivel global pueden caer en la pobreza extrema durante este año por la crisis inducida por el coronavirus.

“Se prevé que en 2020 la pobreza extrema mundial aumentará por primera vez en más de 20 años, como resultado de las perturbaciones ocasionadas por la pandemia de Covid-19”, señalaron los economistas del Banco Mundial y agregaron que “durante casi 25 años, la pobreza extrema se mantuvo en una tendencia decreciente”, pero que ahora, “por primera vez en el transcurso de una generación, la misión de poner fin a la pobreza sufre su peor revés”.

El pronóstico del Banco Mundial se basa sobre todo en los serios desafíos -conflictos y cambio climático, además de la pandemia- que enfrentan todos los países, pero particularmente aquellos con una numerosa población pobre.

También se prevé que el aumento de la pobreza extrema de 2019 a 2020 será “el más importante de todo el período desde que el Banco Mundial comenzó a hacer un seguimiento a nivel mundial de forma sistemática”.

El informe “Pobreza y prosperidad compartida 2020: Un cambio de suerte”, publicado en la página de Internet del Banco Mundial, analiza nuevas ideas sobre los factores que ponen en peligro la reducción de la pobreza y ofrece recomendaciones para atravesar este terreno delicado.

El número de personas extremadamente pobres disminuyó marcadamente, de 1.900 millones de personas en 1990 a 689 millones en 2017; es decir, en promedio, un punto porcentual al año entre 1990 y 2015, “pero esta tasa bajó a menos de medio punto porcentual por año entre 2015 y 2017”.

Además del impacto de los conflictos violentos, el Banco Mundial resalta que el cambio climático “continúa siendo una amenaza que se intensificará en los próximos años” y empujará a entre 68 millones y 135 millones de personas a la pobreza hacia 2030.

El Banco Mundial alertó, en este contexto de pandemia por el coronavirus, que los grupos que tienen menos influencia en una comunidad podrían no llegar a tener acceso a servicios básicos.

Propuso en este sentido “ampliar el aprendizaje y mejorar los datos”, “invertir en preparación y prevención”, “ampliar la cooperación y la coordinación”, y “dedicar constante atención al programa de desarrollo en curso, que implica promover el crecimiento inclusivo, invertir en el capital humano y en activos productivos y protegerlos, si es que los países quieren sostener la reducción de la pobreza”.

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