Precarizados, trabajando por pedido entregado (en tiempo, sino no perciben nada), los trabajadores de delivery están cada vez más expuestos a este tipo de situaciones.

Anoche murió atropellado en Rosario un trabajador de PedidosYa. No tienen seguro, no tienen obra social. Ni siquiera saben quién es su jefe. Tampoco tienen sueldo fijo, cobran por envió y si se atrasan 20 segundos no les pagan. Así lo reflejaban varios usuarios en las redes. Entre ellos Osvaldo Adrián.

Ante esta realidad, una muerte más se suma a esta gran estafa que viven los que prestan servicios para las empresas de envíos rápidos.

Hay que correr con los tiempos, apurarse continuamente, saber que no hay obra social, cobertura médica alguna, posibilidad de contención empresarial. El trabajar para estas plataformas ya no solo es insalubre. Es mortal.