El embarazo de una joven de 23 años, que padece trastornos madurativos y que sufrió un abuso sexual, fue interrumpido exitosamente en el Hospital Interzonal al aplicarse el protocolo sanitario previsto por el Ministerio de Salud.

El caso cobró trascendencia en las últimas horas luego de la publicación del pedido de captura de Oscar Velázquez (53), un custodio de seguridad de una empresa del Parque Industrial que desapareció tras confesar a su pareja, la abuela de la víctima, ser el autor.

La estremecedora historia se inició a principios de febrero cuando una mujer afincada en Batán concurrió a la sala de salud de Batán para que atendieran a su hija, una joven de 23 años con discapacidad madurativa, quien presentaba un cuadro de vómitos y descompostura sostenidos.

El sábado 16, ante la escasa mejoría de la joven, la familia la llevó al HIGA y una serie de estudios determinaron que en verdad había un embarazo en curso de cinco semanas. El lunes 18 de febrero la madre hizo una denuncia en la comisaría de la Mujer por abuso sexual pero señaló a un joven de Batán con el que su hija “se había dado unos besos tiempo atrás”.

Pero el caso tendría su primer quiebre importante en la noche del martes 19, cuando la pareja de la abuela de la joven abusada salió de su trabajo en el Parque Industrial y se dirigió a su casa. Allí le dijo a la abuela de la víctima que él había sido el que “le había hecho eso”.

El conmoción intrafamiliar fue tan grande que el hombre tomó el automóvil Fiat Palio cuya propiedad compartía con su pareja y pretendió escapar. En la zona de La Ballanera, muy próxima al lugar en el que todo el grupo familiar vive, fue interceptado por algunas personas que ya conocían la situación y recibió una feroz golpiza. No obstante pudo huir hacia la localidad de Napaleofú.

El sábado 23 se le practicó el aborto a la joven en el HIGA, con un gran trabajo del cuerpo profesional de médicos y de psicólogos, que brindaron la contención necesaria para estos casos.

Por razones poco claras, pero acaso desconociendo la gravedad de la situación, el hombre se comunicó con la policía para denunciar el ataque sufrido en La Ballanera. Fue entonces cuando entró en acción la Comisaría de  la Mujer que lo convenció para que se presentara a realizar esa denuncia.

Este sábado a las 11.30, con la intención de declarar lo que le había sucedido y seguir con su vida, Velázquez se presentó en la sede de la avenida Juan B. Justo y de inmediato quedó detenido.

La fiscal Gómez lo imputó del abuso sexual con acceso carnal pero sin agravantes, ya que el Código Penal no los prevé si no hay vínculo de sangre ni para la condición de discapacidad de la joven.

Los restos ovulares extraídos durante la intervención quirúrgicas quedaron preservados en sal por la Policía Científica para futuros cotejos de ADN, peritaje que será fundamental a los efectos de atribuir el abuso sexual al hombre.

El fiscal Alejandro Pellegrinelli, en sustitución transitoria de la fiscal Gómez, tomará declaración a Velázquez en las próximas horas.