En el Hogar, ubicado en la Gruta de Lourdes, residen actualmente 50 internos entre adultos mayores, enfermos crónicos y discapacitados, y hay alrededor de 40 trabajadores. Las Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia son las encargadas, desde hace 80 años, de que todo funcione en esta institución donde “todo está en regla y habilitado”.

El incremento de los servicios públicos y los costos fijos compromete seriamente la economía del Hogar. La factura anterior de gas había sido de 54 mil pesos y ya había generado una fuerte preocupación, junto a una factura de luz de 37 mil pesos.

La situación por el aumento en las tarifas de los servicios empezó a generar inconvenientes en el hogar el año pasado pero ahora llegó a un punto límite: esta vez, pese a que los consumos fueron inferiores en comparación a los del 2018, los montos a pagar fueron calificados por la institución directamente como “una locura”: 103 mil pesos de gas y 42.000 de luz.

Hace un tiempo, el Hogar se ve envuelto en “un dilema sin alternativa: hay que pagar”. Por tratarse de una institución privada, no recibe ningún subsidio del Estado. Subsiste con la mensualidad de las personas que se internan. Pero a la vez, brinda una contención y un cuidado integral a adultos mayores, enfermos crónicos y personas con discapacidad que el Estado “no ofrece”.

Anteriormente, de la mano de la abogada, el Hogar realizó otra presentación ante el Gobierno nacional junto con otras instituciones vinculadas a congregaciones religiosas para que tengan descuentos en las tarifas de gas y luz.

Tampoco hubo respuestas.