Así lo afirmó el titular de Posada del Inti, Fabián Messina. Tras la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la falta de trabajo y la problemática con las adicciones, muchos afectados y sus familias debieron abandonar sus hogares por primera vez.
Hace varios meses que la implementación de la cuarentena está vigente para frenar la circulación del Covid-19, sin embargo la pandemia refleja las condiciones y herramientas que tiene cada familia, en donde en muchos casos carecen de recursos para enfrentar la difícil situación de estar durante un largo tiempo sin poder trabajar. Este hecho produce que muchxs “se hayan encontrado con lo delictivo y también con cuestiones de estar por primera vez en la calle,” relató Messina, hecho que afecta de manera individual como así también a toda una familia, generando en algunos casos situaciones de consumo y violencia.
Esta situación afecta tanto afuera de Posada del Inti como puertas adentro. Su presidente, Fabián Messina, contó a Mdpya que fueron varios los cambios que se generaron en contexto de pandemia en la institución, en primer lugar la cuestión ambulatoria, ya que la institución contaba al inicio de la pandemia con 70 personas, que fueron derivadas a un servicio virtual.
“Nos encontramos con situaciones de bastante desigualdad respecto al acceso de dispositivos, porque no todo el mundo tiene wifi o datos. Nos ha pasado que no tienen buena señal o no tienen privacidad, una terapia individual en lugares de 5, 6 u 8 convivientes es muy difícil en un dos ambientes. Tenemos personas que han hecho terapia en baños, en el palier del edificio o lugares que no son el contexto ideal de calma y contención,” relató Messina.
Desde la aplicación de la cuarentena en Posada del Inti no se hacen salidas y durante un tiempo tampoco hubo visitas, hace poco se comenzó a trabajar en un protocolo de visitas acotadas que se desarrolla de lunes a viernes en vez del fin de semana, como se hacía antes. “Se acerca un familiar un día que esté lindo porque se hace en el parque, en una mesa que tiene dos metros y con un operador que regula los protocolos,” explicó el titular.
Sin embargo el encierro y los contextos sociales de cada usuario generó algunos “momentos tensos”, explicó Messina, ya que algunas personas pertenecientes a sectores medios que tenían trabajo o recursos para reconstruir su vida en sociedad, ” tuvieron que poner un freno de mano.”
“Hay gente que está en la lona y otra que está fuera del ring, hay muchos que han podido levantarse porque tienen el contexto y la posibilidad, pero hay otros que están fuera del sistema porque no hay escuela, no hay trabajo ni familia,” relató el presidente de la institución.
Por último Messina reconoció que los niveles de egreso han sido superiores que los de permanencia, producto de este contexto, porque “hay una cuestión social muy difícil de abordar.”
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Lara E. Franco – Redacción MdpYa