Encontraron los cuerpos de cinco mamíferos cerca de la catarata del este de Tailandia donde también cayeron otros seis el fin de semana. Las primeras hipótesis apuntan a que uno de los animales se precipitó y el resto cayó al tratar de ayudarlo.

Los cuerpos de cinco elefantes fueron encontrados cerca de la cascada del este de Tailandia por la que cayeron otros seis miembros de la misma manada el pasado sábado, que también fueron hallados sin vida, informó este martes el Departamento tailandés de Parques Nacionales.

Los restos de estos grandes mamíferos salvajes estaban en un poza corriente abajo y a unos 2 kilómetros del punto donde se localizó el primer grupo de elefantes muertos.

“Suponemos que los elefantes son miembros de la misma manada”, dijo a la agencia EFE Witthaya Hongwiangchan, director de Áreas Protegidas de la provincia de Prachinburi, donde se encuentra el Parque nacional de Khao Yai.

El último hallazgo, realizado con el uso de drones que revisaban el curso del río, coincide con las tareas para recuperar los cuerpos de los animales.

Los primeros elefantes muertos fueron descubiertos en la mañana del sábado, horas después de que la manada fuera espantada al encontrarse cerca de una carretera estatal.

Las primeras hipótesis apuntan a que uno de los elefantes cayó por el precipicio y el resto se precipitó por el desfiladero al tratar de ayudar a los miembros de la manada.

Un grupo de guardabosques desplegó entonces una gigantesca red trenzada con cuerdas en un punto del curso del arroyo por debajo de donde actualmente se encuentran los cuerpos sin vida de los animales para recogerlos una vez que lleguen hasta allí.

Según la previsión de Parques Nacionales los cadáveres llegarán entre el viernes o el sábado, aunque podrían adelantarse en caso de lluvia abundante en la región.

Cerca del dispositivo armado para levantar los cadáveres hay un amplio terreno donde está previsto celebrar un ritual religioso y cremar los cuerpos de los paquidermos.

Otros dos miembros de la misma manada fueron rescatados con vida y fueron devueltos a su hábitat tras quedar atrapados cerca de la catarata Haew Narok, de unos 80 metros de altura y cuya traducción al español sería “el abismo del infierno”.

En 1992 en el mismo paraje tuvo lugar un incidente similar en el que perdieron la vida 8 elefantes.

Según agrupaciones de protección animal, unos 3.000 elefantes salvajes viven en los bosques de Tailandia amenazados por la creciente deforestación, en comparación con los 300.000 paquidermos que poblaban el país hace más de un siglo.

Antiguamente miles de elefantes eran usados en la industria maderera, pero cuando la actividad se prohibió en 1989 los paquidermos comenzaron a ser exhibidos en las calles para pedir limosna y utilizados en espectáculos destinados al turismo.