El Gobierno de Grecia anunció que implementará una serie de medidas para hacer frente a “prácticas comerciales deshonestas en el mercado”, como aumentos indebidos en los precios o descuentos engañosos, en el marco de su lucha contra la inflación.

El ministro griego de Desarrollo, Kostas Skrekas, dijo que se están llevando a cabo auditorías, después de que los mecanismos de control detectaran en determinadas categorías de productos “desviaciones de precios significativas en Grecia en comparación con el resto de Europa”.

“Condenamos las prácticas comerciales desleales y no las toleraremos”, afirmó.

Skrekas apuntó que las crisis internacionales de los últimos años, que dieron lugar a fuertes presiones inflacionarias en la cadena de suministro, “pusieron de relieve y exacerbaron una serie de distorsiones que permitieron a algunos aplicar prácticas comerciales que gravaban indebidamente los precios de venta de los productos a consumidores”.

Dentro de las medidas anunciadas,, está la de fijar un límite máximo a las ganancias brutas de las empresas que importan, producen y distribuyen leche de fórmula, así como prohibir la promoción de productos cuyo precio fue retocado.

En tanto, a los proveedores que mantienen o reducen los precios se les permiten las promociones en beneficio de los consumidores.

Previamente, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, había advertido que Grecia “no es una república bananera” y la “inflación de la codicia no se puede tolerar”, según recogió el diario Kathimerini y reprodujo la agencia de noticias Europa Press.

“Las nuevas medidas están precisamente dirigidas a abordar las distorsiones crónicas que se han vuelto más pronunciadas como resultado de la crisis inflacionaria importada”, añadió Mitsotakis.

La inflación en los países de la eurozona aumentó 2,9% en diciembre después de una caída de siete meses, según la Oficina Europea de Estadísticas, mientras que la tasa en Grecia superó el 3,7%.

En los últimos meses, las autoridades griegas impusieron multas de hasta un millón de euros a multinacionales por violar los límites de márgenes de ganancias impuestos por el gobierno.