El presidente Alberto Fernández anunció que el fiscal Félix Crous, extitular de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), estará a cargo de la Oficina Anticorrupción. Será el sucesor de Laura Alonso, actualmente procesada por su rol al frente de este organismo.

Hace dos años, en diciembre de 2017, había sido desplazado por el Gobierno de Cambiemos de la titularidad de la Procuvin. Además de su actividad junto a la demonizada Gils Carbó, y su participación en la aún más demonizada Justicia Legítima, Crous intervino también en el inicio de la investigación sobre la desaparición de Santiago Maldonado, lo cual generó las críticas del Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, y de la cadena de medios privados afines al gobierno de Cambiemos.

Como fiscal de los Juicios por la Verdad, en la época en que la posibilidad de llevar al banquillo a los responsables de la última dictadura cívico-militar estaba obturada por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, fue quien realizó la denuncia que dio origen a la causa contra el capellán de la policía bonaerense, Christian von Wernich. Una vez reabierta la posibilidad de justicia por la anulación de esas leyes, y su declaración de inconstitucionalidad, el capellán policial fue condenado a prisión perpetua por su participación en homicidios y secuestros en el circuito Camps.

Crous estuvo a cargo también del área especial de lucha contra la narcocriminalidad y el narcotráfico. Durante su gestión se logró desactivar una banda narco en Rosario producto de un operativo conjunto entre las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales.

En el campo de los juicios por los crímenes de Lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, su última participación destacada, en mayo de este año, fue en el cuarto juicio por los hechos sucedidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Fue el fiscal encargado de presentar los argumentos de la acusación y de pedir la pena máxima a los represores.