Por Lara Franco – Periodista

Después de mucho padecimiento, partió Silvina Luna generando grandes revuelos en la opinión pública. Todavía hay muchos y muchas que se sorprenden y no entienden por qué hay tantas personas que se someten a diario a diversas cirugías para transformar su cuerpo, pese a los resultados que a veces, salen bien y otras tienen un costo muy alto como es la vida. 

Hay mucho que pensar y debatir, y es preciso en este momento poner sobre la mesa algunos mandatos que vemos sin prestar demasiada atención, que están naturalizados porque los vemos a diario y son parte de nuestras vidas, así como respirar.  

¿Se dieron cuenta la cantidad de publicidades que muestran a mujeres depilandose sin un solo pelo en las piernas? Desde chicas crecemos mirando eso, y algo nos dice en nuestro interior que está mal tener pelos en las piernas, porque desde las diversas redes y los medios nos machaca una y otra vez con lo mismo. Este tipo de mensajes ingresa en nuestra psiquis y se vuelve mandato, y así comenzamos a los 10, 11 o 12 años, a sacarnos eso que crece por el ingreso a la pubertad, para mantener el cuerpo despejado de pelos.  

Por fortuna, hay tantas mujeres que se animan a romper esto, pero esa valentía suele tener un costo alto, porque nunca faltan las miradas o los comentarios alrededor. Las risas o el Bullying. ¡Basta! Rompamos con esto, seamos la generación que no permita más este tipo de acciones, enfrentemos a los que hacen burla o entorpecen la vida. Sin violencia, de manera seria y firme, dejémonos de joder que la vida es una sola y ya bastante dificil se pone. 

 

 

Ahora, los pelos en el cuerpo son un dato menor si evaluamos en profundidad los mandatos respecto a la forma de nuestro cuerpo. Sabemos que hay cuerpos diversos, y sin embargo en general, vemos en medios masivos una y otra vez cuerpos esculturales, operados, que tienen cierta altura o se ponen zapatos que tienen más altura. Viendo esto a diario, y ante la falta de amor propio que podemos padecer a lo largo de nuestra vida, porque no nos lo enseñaron, porque no se habla en la escuela, porque no lo hablamos entre pares, ¿cómo no vamos a querer cambiar nuestro cuerpo en plena crisis adolescente? ¿Cómo no vamos a querer transformar nuestra versión de nosotros mismos?  

Aceptemos nuestro cuerpo, es el que nos tocó, se puede cambiar mediante una buena alimentación o deporte en forma constante. Si escuchamos a algun amigx en crisis con su cuerpo, acompañenlx, escuchenlx y sean pacientes. Tu cuerpo está bien, es la sociedad la que impone, y somos nosotrxs quienes debemos poner un freno de mano para cambiar la cuestión. 

La globalización y la cantidad de redes sociales que permiten mostrar cuerpos diversos nos puede ayudar a sumar. Dejemos los filtros y los “haters” de lado, y tomense un mate con quien comparten la buena vibra, los buenos deseos y el amor. Enseñen del amor propio, es vital para vivir una vida plena y feliz.