En el recinto del Honorable Concejo Deliberante se realizó una sesión especial para despedir al Obispo Gabriel Mestre, quien asumirá formalmente como arzobispo de La Plata el 16 de septiembre, lugar que le fue asignado por el Papa Francisco. En ese marco, el concejal de Unión por la Patria y Secretario Adjunto de la CGT, Miguel Guglielmotti, expresó un posicionamiento en el que resaltó la importancia que tuvo el accionar de Mestre para la sociedad marplatense y batanense.

Al iniciar el homenaje Guglielmotti utilizó una alegoría de tres puntos, práctica habitual de Monseñor Mestre. “Queremos retomar una práctica habitual de sus Misas, cuando en las homilías, nos invita a reflexionar la Palabra de Dios a partir de tres palabras, tres puntitos, tres ideas principales. Queremos traer ese estilo tan particular tuyo y proponerlo como guía para nuestra breve intervención. Por ello, siguiendo al Obispo Gabriel pondremos el énfasis en tres palabras: trabajo, bien común y esperanza”, remarcó el concejal y Secretario Adjunto de la CGT.

Gabriel Mestre

“COMPAÑERO DE LOS TRABAJADORES”

Guglielmotti destacó el rol encarnado por Mestre al lado de los trabajadores y las trabajadoras: “El Obispo Mestre supo comprender e iluminar al amplio mundo del trabajo como se manifiesta hoy en el mundo y en nuestra ciudad: desde las y los trabajadores organizados en organizaciones sindicales hasta los trabajadores de la economía social y solidaria.  El Obispo Mestre y la Iglesia que él Pastoreó entendió las nuevas formas del trabajo en todas sus dimensiones, acompañando desde las Mesas de las Periferias hasta las Misas del 1 de Mayo en entornos laborales”.

También recordó que “el obispo Mestre medió en conflictos, envió a sus representantes cuando ´las papas quemaron ́, levantó la voz en defensa de los derechos laborales, hizo gestos claros y pastorales al recibir sindicalistas, hombres y mujeres de la economía social, al rezar una Misa por el eterno descanso  del barrendero cura Mariano Silva en la casa de la Hermana Marta. En fin, toda vez que lo necesitamos estuvo al lado de los trabajadores y las trabajadoras”.

 

“PROMOTOR DEL BIEN COMÚN”

En el segundo punto Guglielmotti hizo una reflexión acerca del bien común y su promoción, reconociendo que “allí vimos al Obispo convocando a todos los sectores de la vida política, económica y social de Mar del Plata a encuentros, retiros, jornadas de Pastoral Social. El Obispo Mestre, en línea con la Enseñanza Social de la Iglesia y con el Magisterio del Papa Francisco, nos llamó al diálogo social, pero no solo a sentarse para dar una opinión sino construir una fase superadora que llamó amistad social y desde allí promover el bien común”.

En esa línea Guglielmotti resaltó que el obispo “supo plantear con profundidad que no se trata de pensar todos lo mismo ni de abandonar las propias convicciones sino de crecer en la cultura del encuentro desde las propias identidades”, agregando que “como Pastor de la Iglesia, iluminó las opciones políticas de muchos católicos que hemos abrazado la militancia como estilo de vida”.

Sobre este punto enfatizó que nuestra ciudad recordará a Mestre “como un Obispo preocupado y ocupado por los social y por aportar, desde la fe católica, al bien común de nuestro pueblo”.

 

“GESTOR DE LA ESPERANZA”

Guglielmotti sostuvo que el Obispo Gabriel, se constituyó como un “arquitecto de la esperanza cristiana”, por considerarlo “un gestor de hechos y procesos para alimentar una esperanza creativa y transformadora, no una mera práctica evasiva, triste y desencarnada”.

“En este sentido proponemos ver un ´hilo rojo invisible´ entre aquel gran Obispo que fue el Cardenal Eduardo Pironio, hoy cerca de su beatificación, y el Obispo Gabriel Mestre. Ambos son testigos y predicadores de la esperanza como sostén de la vida de los pueblos y como motor del hombre nuevo para una sociedad nueva, basada en la paz, la justicia social y el amor”, sostuvo.

Finalmente destacó la vocación de pastor de Monseñor Gabriel Mestre “que ilumina nuestro caminar”.