Una nueva vulneración a la carrera judicial con el visto bueno de la Corte: nombraron a la pareja del juez Lucas Vespucci como funcionaria del Juzgado de Familia N°4 Dptal., postergando a lxs trabajadorxs letradxs de dicha planta.

La pareja del titular del Juzgado en lo Civil y Comercial N°2 trabajaba como Oficial 1ra. en ese mismo órgano jurisdiccional donde Vespucci ejerce la magistratura, motivo por el cual dicha empleada letrada no podía aspirar a un cargo de funcionaria por efecto de la relación personal existente entre ambos.-

En una situación en la cual arbitrariamente se mezclan las necesidades de servicio con los vínculos personales de lxs magistradxs y las relaciones de estxs entre sí, la solución a este impedimento vino de la mano del juez suplente Félix Ferrán; quien a poco de abandonar la titularidad transitoria del Juzgado de Familia N°4 y asumir interinamente al frente del Juzgado Civil y Comercial N°9, propuso a la pareja de su colega y ocultó la propuesta a lxs trabajadores abogadxs del órgano jurisdiccional de Familia que tienen preferencia legal para acceder a dicho cargo (Acuerdos 1976, 2585, 2622 y 2899 SCJBA).-

Según Ferrán, el cargo para el cual propuso a la pareja de Vespucci fue asignado por la Secretaría de Personal de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires al Juzgado de Familia N°4 local con esa condición, lo cual muestra claramente la complicidad de la Corte en esta maniobra para beneficiar al familiar de un magistrado. La excusa para ello es que la empleada en cuestión estaba impedida de ascender en la dependencia donde trabajaba con Vespucci, y dicha circunstancia coartaba su carrera y con ella la del resto de sus compañerxs de cargos inferiores que tampoco podían ser promocionadxs a cargos administrativos superiores por efecto de esta situación.

Ante esta circunstancia, lo que debió hacer Personal es trasladar a la pareja de Vespucci a otra dependencia con el cargo que detentaba para que pudiera continuar con su carrera judicial. Sin embargo optó por crear un cargo de funcionaria en otra dependencia para beneficiar exclusivamente a una empleada afectivamente vinculada a un magistrado, relegando a lxs empleadxs abogadxs que legítima y legalmente aspiran a ocupar ese cargo como un reconocimiento a la dedicación y esfuerzo que demuestran cada día en su tarea en un juzgado que estuvo atravesado por situaciones de violencia laboral y de género por parte del suspendido titular Juan Facundo Dominoni.

Lo particularmente gravoso es el hecho que dicha propuesta fuera realizada por un juez suplente a poco tiempo de continuar con el ejercicio de la magistratura en otro juzgado, ocultando la maniobra a lxs empleadxs abogadxs postergadxs y que fuera la Secretaría de Personal quien impulsara el avasallamiento de la carrera judicial y del derecho humano de naturaleza laboral y jerarquía constitucional al ascenso (Art. 11 inc. “c” CEDAW y Art. 7 PIDESyC conf. Art. 75 inc. 22 CN) sin que ello exculpe la intervención del Dr. Ferrán como partícipe necesario de la maniobra.

Esta nueva vulneración a la carrera judicial, que se concretó pese a la oposición presentada por la AJB, ratifica que los derechos no se declaman ni se ejercen por una concesión graciosa de la patronal personificada en magistradxs de todxs las instancias, aún cuando estén reconocidos en textos legales de diversa jerarquía. Hoy como siempre: Sin lucha, no hay derechos!

Fuente: https://www.ajudicialmdp.org.ar/noticias/2379-el-nepotismo-llamado-%E2%80%9Cfamilia-judicial%E2%80%9D.html