por Adriana Derosa

 

¿Realmente querés vaciar el cajón de la mesita de luz? ¿De verdad estás dispuesto a sacarte de encima todos esos objetos polvorientos que denominas como “recuerdos”, y que te hacen un peso enorme al lado de la cabeza? A veces no te dejan dormir, y sacuden el pasado como si fuera un estandarte. ¿De verdad? No me digas “Soltar”, porque eso es meramente publicitario, un mensaje de taza china para regalar.

Digo, si lo querés enterrar, darle un final, aceptar que todo ese amontonamiento de sucesos del pasado no te define ni de cerca. Que esos pedazos de un reloj roto de tu padre no son recuerdos: son las herramientas que estás usando como recordatorio permanente de algo que no podes dejar atrás ¿De verdad? ¿Querés?

De estas cuestiones va la obra, ya que seis personajes se encuentran tras ser convocados por un volante callejero, que promete el encuentro con un coach: el encargado de facilitar el tránsito hacia un completo desprenderse de tales cosas que sujetan simbólicamente al pasado.

En rigor, el lenguaje utilizado es psicoanalítico, por lo que podemos pensar más en un grupo terapéutico que en el coaching. Pero vamos. Veamos cómo Fernanda Provenzano, Martina Alonso, Eugenia Fernández, Ignacio Zabala, Nico Manasseri, Mátías Zajic y Rafael Escalante se ocupan de dar vida a estos personajes subrayados, hiperbólicos, que además cantan y bailan.

El resultado es un musical dinámico, con un plus interesantísimo en el tratamiento del ambiente escénico. Hay una iluminación sumamente económica, pero oportuna, y un diseño coreográfico que lleva a ocupar el espacio de la caja de formas muy variadas. El resultado es una variedad de imágenes, toda vez que los muebles se usan como plataformas y dan alturas diferentes a la foto que componen, y que también trazan puntos de profundidad en la perspectiva. De manera tal que -aun sin cambio escenográfico- dan la sensación de cambio de cuadro. Muy eficiente la dirección y puesta en escena de Nicolás Manasseri.

Aproveche la oportunidad del verano. Vea esta comedia que recibió el premio Luisa Vehil 2022 a la mejor comedia musical. Y de paso cañazo se pone a pensar que tiene un cuarto en el fondo atestado de excusas amontonadas, y que le ocupan media vida. Tire todo al diablo, quédese con los recuerdos que hagan en suficiente mérito como para subsistir por sí solos. A este equipo lo vemos en la sala Melany, los sábados y domingos.