Camila y Agustín tenían todo planeado, el 20 de marzo darían el sí en el registro civil, una semana después lo harían por iglesia y llegaría la tan esperada fiesta. Nada de eso pudo pasar, la cuarentena por la pandemia del coronavirus cambió rotundamente sus planes. “Cancelamos todo y lo postergamos para fines de septiembre, cuando creemos que la situación estará resuelta”, contó Camila Iglesias Botero de 29 años.

“El casamiento nos agarró en pleno inicio de cuarentena, el civil iba a ser el 20 de marzo, lo podíamos hacer, pero solo con novios y testigos, por lo que decidimos cancelarlo. Además mi testigo había viajado al exterior y tenía que hacer cuarentena, por lo que yo tenía que cambiar de persona. No podíamos compartir el momento con la familia”, contó Camila.

La iglesia estaba reservada para el 28 de marzo y la fiesta sería esa misma noche. “Nos permitían realizar la fiesta con hasta 200 invitados, pero teníamos mucha gente que había viajado al exterior, mucha población de riesgo y creíamos que iba a ser un momento de estrés asique decidimos también cancelarlo”, agregó la joven. El futuro matrimonio decidió postergar todo para el próximo 26 de septiembre “la idea es casarnos este año porque ya teníamos todo, estábamos a solo una semana”, resumió.

En cuanto a recargos o multas Camila contó que solo deberá abonar una diferencia en el cubierto. Maquilladora, DJ, Fotógrafo e iluminación mantienen los mismos precios. “Desde el salón no nos cobraron ninguna multa por cambiar la fecha porque no era una decisión que dependía solo de nosotros, pero tuvimos que pelear la nueva fecha porque nos querían pasar la fiesta para junio. Y si bien en el registro civil cancelamos, todavía no tenemos un día ya que te la dan más cerca del momento”.

Contra todos los pronósticos a Camila y Agustín se les sumaron más invitados. “Muchos en la fecha anterior no podían venir y ahora si. La gente lo entendió y nos acompañó. Fue una buena decisión haberlo cancelado porque no la íbamos a pasar bien por toda la psicosis que había”, aclaró.

Y si bien el casamiento ya tiene nueva fecha la luna de miel es una gran incógnita por el momento. “Nos casábamos el 28 y una semana después nos íbamos a Cuba, pero obvio que es imposible. Lo bueno es que lo hicimos por agencia y nos solucionaron todo, ellos nos cancelaron y por el momento no sabemos que vamos a hacer con el viaje, la idea es viajar en octubre si las condiciones están dadas”, concluyó.

Para Pablo Vegacaro fotógrafo de Bodas la cuarentena afectó de lleno su trabajo y no sólo le preocupa su presente sino los meses que vendrán. Su último evento fue el 14 de marzo, de allí hubo una lluvia de cancelaciones y reprogramaciones. “Tratamos de mantener los precios y buscar consenso con las parejas”, explicó.

“Tengo parejas que tenían planeado casarse e irse a vivir al exterior, su vida quedó en stand by completamente. La mayoría intenta re-programar rápido el evento, pero mantenemos los precios siempre y cuando se trate de temporadas similares”, agregó. Es que los meses de noviembre y diciembre se consideran temporada alta. “Si te ibas a casar en mayo y ahora lo queres reprogramar para diciembre hay que pagar un extra, porque en ese mes hay mucha demanda”, indicó.

Para quienes viven de la industria de los eventos la situación es compleja. Hoy el mercado está paralizado y se están reprogramando fechas para cuando se reactive el país. “Si yo me reservo fechas en los próximos meses de eventos que ya estaban pagos estoy complicado para el futuro porque no voy a tener flujo de dinero”, esperemos que esto se resuelva pronto y volvamos a trabajar como siempre, concluyó.

Cada prestación de servicio es diferente. En general todo se rige por los salones, una vez negociada una nueva fecha se vuelve a contactar a los fotógrafos, Djs y maquilladoras. “En el caso en que ya estaba pago el servicio no cobramos una multa, pero en los casos que se trata solo de una reserva tratamos de re-negociar los precios”, agregó Vegacaro.

“No sólo los novios son los perjudicados, quienes prestamos servicios estamos también muy perjudicados, buscamos una solución razonable para las dos partes”, finalizó.

Por Belén Fernández