Por la Asociación Judicial Bonaerense – Comisión Directiva Departamental Mar del Plata

El gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof aceptó la renuncia presentada por el ahora ex titular del Juzgado de Familia N°4 de Mar del Plata Juan Facundo Dominoni, quien se encontraba suspendido por el jurado de enjuiciamiento de magistrados bonaerense desde octubre del 2020 bajo los cargos de “incumplimiento de deberes inherentes a su cargo, actividades incompatibles con la dignidad y austeridad que el cargo judicial impone”, acciones que implican el abandono de la buena conducta que exige la Constitución Provincial para el ejercicio de la magistratura y actos de violencia laboral; en el marco de un juicio político generado por acciones gremiales de la AJB Mar del Plata.

Respecto a la violencia laboral la Procuración señaló que Dominoni sobrecargó de tareas al personal, amenazó a integrantes del juzgado con perder su trabajo, no les dirigía la palabra deliberadamente, dió portazos en la cara de mucho de ellos, arrojó expedientes al suelo, estableció una división y asignación inequitativa de tareas entre basadas en el sexo del personal del Juzgado, descalificó a trabajadoras y trabajadores en presencia de terceras personas, obstaculizó la concesión o goce licencias, la tarea de una perito, y envió a una funcionaria a lavar el piso de la mesa de entradas, y a otra la obligó a peticionar una licencia por violencia de género por efecto de su maltrato.

Recordemos que el último compañero que se desafectó de ese Juzgado, sufrió una descompensación en la mesa de entradas donde desarrollaba sus tareas por el estrés generado por la sobrecarga laboral que sufría.

En su momento la Dirección de Resolución de Conflictos SCBA manifestó que pese a los esfuerzos llevados a cabo por esa dependencia no se logró revertir la conducta del magistrado y la Procuración señaló que Dominoni no resultaba idóneo para ejercer la magistratura.

Con estos antecedentes Dominoni debió haber sido destituido del Poder Judicial por efecto de una decisión del Jurado de Enjuiciamiento y no por aceptarse su renuncia. Como sucedió con María Eugenia Vidal en relación a los jueces Horacio Piombo y Ramón Sal Llargués (jueces del Tribunal de Casación que consideraron  atenuante que el niño víctima del abuso tenía una orientación sexual homosexual y que, tras haber padecido otros abusos el último no habría sido tan ultrajante) o Aldo Carnevale (juez del caso Lucía Pérez) a quienes les aceptó la renuncia con fines jubilatorios, luego de la conmoción pública generada por sus vergonzosos fallos y así los liberó del juicio politico. Ahora el gobernador Kicillof acepta la dimisión de Dominoni ante la imputación de graves hechos de violencia laboral y de género.

Desde la AJB – Mar del Plata vemos con profunda preocupación que exista una respuesta estatal que trasciende a los gobiernos de turno y a los distintos signos políticos sobre el abordaje institucional que se da a los casos de magistrados y magistradas cuyas conductas configuran acciones de violencia de género y/o laboral garantizando una inmunidad política que nos aleja del objetivo de tener un Poder Judicial democrático con perspectiva de género, para lo cual es evidente e imprescindible reformar el Consejo de la magistratura y el Jurado de enjuiciamiento de magistrados y convertirlos en ámbitos más plurales y participativos que supere la lógica actual porque así se debilitan los resortes de control constitucional de la función pública.