La conmemoración del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores encuentra a la Humanidad, por segundo año consecutivo, en el contexto mundial de la pandemia por COVID-19 y todos los perjuicios sanitarios, laborales y sociales que esto genera.

El confinamiento, imprescindible para preservar la vida de la mayor cantidad de personas, han hecho emerger las desigualdades sociales y han mostrado también la vulnerabilidad y precariedad del modelo capitalista en el que estamos inmersos mundialmente.

Históricamente, el 1° de Mayo es para nuestra clase obrera, una fecha para el reconocimiento a cada compañera y compañero que nos precedió y una reivindicación de nosotras y nosotros mismos como Clase Trabajadora, para convocarnos a seguir levantando las banderas que nos identifican.

Es también una fecha de movilización, de lucha, de encuentro en las calles para demostrar el poder de la unidad que logramos conquistar. En el actual contexto sanitario, nos convocamos a no marchar ni movilizar, pero sí a recordar y reivindicar esta fecha.

OTRO MODELO ES POSIBLE

Hoy, si algo nos deja en claro esta pandemia, es que en el ámbito político, económico y social existe la necesidad de otro modelo distinto al que vienen aplicando las grandes multinacionales y los gobiernos de turno que acompañan este sistema capitalista. Este sistema no solo nos precariza en lo laboral, sino también en la educación y la salud, como estamos viendo, al marcarnos el ritmo de la economía a través de una democracia de mercado y una política de ajuste.

Ante esto, como trabajadores, es fundamental no seguir retrocediendo en los derechos ganados a través de la lucha por los convenios colectivos de trabajo. Defendámoslos desde nuestros puestos de trabajo, porque es desde ese lugar donde se ganan y se pierden los mismos. Debemos recuperar el concepto de justicia e igualdad a través de la unidad de la clase trabajadora para construir una sociedad que nos permita salir de las prohibiciones que nos impone este modelo.

DIA DE LUCHA

El 1° de Mayo no es un día de fiesta. Es un día de lucha, de reflexión y para recordar de dónde venimos. Somos trabajadores y rendimos homenaje a quienes hoy están luchando ante esta pandemia, principalmente a los trabajadores y las trabajadoras de la salud, nuevamente en situación de colapso y saturación ante la segunda ola del Covid-19.

No debemos renunciar a nuestro derecho de seguir luchando como clase. Repudiamos los despidos, la precarización, la polifunción, el acuerdo del Salario Mínimo, Vital y Móvil acordado entre la burocracia sindical y la patronal de un 35% en 7 cuotas, sin llegar a cubrir ni la mitad del costo de una canasta básica familiar.

El 1° de mayo representa la lucha por la dignidad y la justicia social. En este 2021 vivimos este día con una crisis de enormes proporciones, pero también transitamos una oportunidad inmejorable para generar un cambio profundo hacia un nuevo modo de vida, de trabajo, de sociedad, con solidaridad y empatía por nuestros compañeros y compañeras, en la búsqueda del bien común, la salud integral y la vida digna, finalizó el comunicado del Sindicato de Luz y Fuerza Mar del Plata