El policía hallado asesinado el jueves último en una camioneta estacionada en la localidad bonaerense de Loma Hermosa, del partido de Tres de Febrero, recibió ocho balazos, reveló la autopsia realizada el cadáver del agente.

Ese dato surge del informe preliminar de la pericia forense que se le hizo al cuerpo del oficial inspector de la  Policía Federal Argentina (PFA) Ariel Ricardo González, de 35 años.

El reporte fue recibido por la fiscal de la causa, Gabriela Disnan, informaron fuentes judiciales y policiales a Télam.

Los voceros, además, detallaron que los investigadores procuraban determinar si el crimen del efectivo está vinculado con otros dos episodios registrados durante la última semana en la misma localidad, donde un hombre fue asesinado y tres personas resultaron baleadas, en el marco de una disputa territorial entre bandas de narcotraficantes.

El cadáver de González fue hallado el jueves último en una camioneta Peugeot Partner blanca en Congreso 8374, en el límIte con el partido bonaerense de San Martín. Y, en el asiento del acompañante, había una nota con un mensaje mafioso que, en principio, desconcertó a los responsables de la pesquisa.

«Rengo Pacheco 10 millones por mi acá tenés tu 10 millones atentamente San Martín (sic)», pudo leerse en un papel blanco escrito con tinta roja.

Javier Alejandro «Rengo» Pacheco, líder de una banda narcocriminal que operaba en asentamientos del partido de San Martín, fue detenido en mayo pasado en una lujosa residencia del barrio exclusivo de Parque Leloir, desde donde dirigía las operaciones.

El día del arresto, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, confirmó que «El Rengo» había tomado el control de la venta de drogas en el asentamiento 9 de Julio, de San Martín, luego de que fuera detenido y condenado por ese delito el capo narco de esa zona, Miguel Angel “Mameluco” Villalba.

Los investigadores, en ese marco, no descartan la posibilidad de que el crimen de González esté vinculado a una pelea entre las segundas líneas de las bandas que lideraban el ahora detenido Pacheco y el también apresado Villalba, por el territorio para comercializar estupefacientes.

Las fuentes precisaron que un familiar del policía asesinado declaró que el agente frecuentaba a un abogado que representa a personas vinculadas a ese tipo de delitos.

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