Los Juegos Panamericanos de 1995 impulsaron no solo la creación de las icónicas instalaciones de nuestra ciudad, también la del querido centro recreativo y de reunión, ubicado en Juan B. Justo y Diagonal Canosa: la Asociación de Jubilados y Pensionados Bochófilos y Tejos.

Después de 27 años y habiendo atravesado una situación tan difícil como la pandemia por COVID-19, hombres y mujeres continúan reuniéndose para jugar a las bochas, los tejos y las cartas, incluso para compartir algún que otro asado los fines de semana.

“Porque es más que un simple club de jubilados, conformamos una familia y ahora buscamos sumar más socios que quieran y necesiten tranquilidad, compañía y alegría”, explicaron desde el lugar.