Acompañada por distintos organismos y su madre, la empleada municipal Daiana Siano participó de la comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante para explicar cómo fue el proceso de acoso sexual que recibió del secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, lo cual derivó en una denuncia judicial.

“Esto no es una cuestión de política sino que va mucho más allá porque son derechos que tiene una persona”, comenzó diciendo la mujer ante algunos medios de prensa tras la reunión.

“Es complicado porque uno no está acostumbrada a la exposición mediática pero decidí dar la cara porque hay mucha gente que me está apoyando y defendiendo mis derechos”, agregó.

Luego habló de aprietes y amenazas cuando realizó la denuncia. “Cuando recurrí a la Defensoría del Pueblo actuaron rápidamente y enviaron una notificación al secretario de Hacienda y ahí tuve amenazas de un posible traslado al Puerto o Batán si continuaba con la denuncia”.

Luego se refirió ante la consulta de la prensa a los dichos de Mourelle tras conocer la denuncia en su contra. “No se podía esperar otra cosa. Por lo que venía viviendo no me extrañó su reacción. No salgo a contestarle porque no me interesa, el tema está en la justicia que está trabajando muy bien”.

En relación a la actitud del intendente Arroyo sostuvo que “su actitud me dio tristeza porque lo conozco. Hubiera esperado otras formas. El intendente sabe que estoy diciendo la verdad y que el hecho de poner en medio la política es una forma de chicanear. Ver a mi madre asustada y preocupada no es lindo”.

Finalmente ante la pregunta sobre sobre su situación laboral ante el municipio, respondió que “estoy con carpeta médica y cuando me den el alta me reincorporaré a trabajar. No me notifiqué que había un traslado y un decreto que firmó el intendente porque a mi domicilio no llevaron nada”, concluyó.