Como lo viene haciendo desde su implementación, el Presidente renovará el aislamiento social obligatorio hasta el 8 de junio, en principio.
No se descarta tener que extender, una vez vencido ese plazo, hasta el 22 de junio en donde debería ya aplanarse esa famosa curva que está en ascenso actualmente.
Se espera que el presidente lance una prórroga del aislamiento por dos semanas más, como lo viene haciendo desde el 20 de marzo, aunque de forma localizada.
Mientras sigue creciendo el número de contagiados por el coronavirus, se espera para este fin de semana la decisión del presidente Alberto Fernández sobre la continuidad de la cuarentena vigente, que vence el 25 de mayo. Sin embargo, todo indica que ese plazo se va a extender.
La nueva fecha límite para la próxima etapa de la cuarentena podría ser el 8 de junio, ya que el Gobierno viene prorrogando el aislamiento siempre por dos semanas. De esta manera, el aislamiento social, preventivo y obligatorio, que se inició el 20 de marzo para mitigar el impacto de la pandemia de Covid-19, se extenderá por 14 días más, sumando un total de 80 días.
Hay dos evidentes razones que suele dejar entrever el Gobierno para seguir extendiendo el aislamiento: primero la premisa que mantienen desde el inicio de la pandemia de priorizar lo sanitario ya que es lo más importante y que los cantidad de casos a nivel nacional como local no para de crecer y cada día se rompe un nuevo récord.
De los 438 nuevos casos detectados este 19 de mayo, 224 se confirmaron en la ciudad de Buenos Aires y 157 en la provincia de Buenos Aires, distritos que aglutinan el 73,6 por ciento de los casos en el país. Los dos distritos concentran de esta forma más del 90% de los casos y continuarían con las mismas medidas de aislamiento, según el deseo del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Sin flexibilización y a la espera de saber si el Gobierno porteño da alguna marcha atrás con las habilitaciones que dio en la última etapa, el gobierno nacional podría no permitir demasiadas aperturas en el Área Metropolitana. En la provincia, ya se levantaron restricciones en poblaciones de menos de 500.000 habitantes, aunque el gobernador Kicillof sostiene que seguirán los «controles estrictos» y que volver a la normalidad podría ser «un suicidio».
Las provincias de Córdoba y Chaco son otros distritos que tampoco logran frenar al coronavirus, y, de hecho, la capital cordobesa se convirtió en la primera ciudad que puso marcha atrás en la apertura de actividades ante un preocupante aumento de contagios. Mientras tanto, el resto de las provincias del país, en general, ha logrado limitar la curva de contagios y esperan ver si el gobierno las habilita a pasar de esta cuarta fase de la cuarentena a una quinta con más flexibilizaciones a parte del 24 de mayo.
«Aquellos países que fueron más flexibles con la cuarentena tienen los mismos resultados económicos que aquellos que hicieron la cuarentena, porque el problema no es nuestro, el problema es del mundo, es global. Si vamos a tener todos ese resultado económico debemos priorizar la vida y la salud de la gente», señaló el mandatario este martes, aunque ya lo viene repitiendo en el último tiempo, dejando en claro que la economía pasa por un segundo plano.
Con esta idea como bandera, recibe un apoyo prácticamente unánime de gobernadores e intendentes de todos los espacios políticos, solo recibe críticas por parte de la oposición del Congreso o por fuera de los dirigentes que tienen responsabilidades sobre algún territorio, que lo cuestionan marcando que la cuarentena perjudica a la economía. De hecho, el nivel de actividad puede caer este año en el país hasta un 6,5 por ciento dijo en abril la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
«No es, como algún tonto repite, que nos enamoramos de la cuarentena», manifestó. «Nosotros, los argentinos, entendimos el riesgo, tuvimos en cada gobernador el líder necesario para impulsar que la gente se quedara en sus casas, tuvimos en cada dirigente sindical el dirigente exacto para explicar el porqué de la necesidad de resguardarse, en cada intendente la persona indicada para que la gente respete todo esto», manifestó.
Para afrontar el colapso del sistema sanitario ante una explosión de contagios, el Estado amplió su capacidad de respuesta en la batalla contra el nuevo coronavirus con la puesta a punto de 12 hospitales modulares de emergencia, instalados a lo largo del país. La iniciativa, que supuso un desembolso de 1.894 millones de pesos, agregó 840 camas de emergencia e internación al sistema sanitario.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
En consonancia con la suba de contagios de coronavirus que se registra en el AMBA, la provincia de Buenos Aires implementará comités operativos de emergencia en cada barrio popular para hacer un seguimiento casa por casa de los casos que presenten algún síntoma. Así quedó establecido en una reunión en La Plata encabezada por el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, de la que participaron los ministros nacionales y provinciales que se ocupan de todo lo relativo a la pandemia, y un centenar de intendentes que siguieron el encuentro a través de videoconferencia.
Además, confirmaron que el plan preventivo Detectar se extenderá en los próximos días a los municipios de La Matanza y Morón para ir en busca de los casos potenciales. «Es muy difícil pensar en flexibilizar cuando estamos ante un crecimiento de casos», anticipó Kicillof en el encuentro. Todo indica que, luego del lunes, la cuarentena en la Provincia y Capital se extenderá por otras dos semanas -hasta el 8 de junio- en las mismas condiciones.
Fue el primer encuentro de los integrantes del comité operativo de emergencia nacional con el provincial en momentos que los casos de covid-19 van en ascenso rumbo al pico. No es una novedad, era lo esperado. Pero eso no quita que la cantidad de nuevos enfermos genere preocupación y que se busquen extremar los cuidados para que los contagios no escalen a los niveles que se ven en otros países. Los 438 casos del martes fueron un nuevo récord, de los cuales 224 pertenecen a la ciudad de Buenos Aires y 157 de la Provincia, lo que sumado representa el 87 por ciento del total del país. El problema está cada vez más focalizado.
Por eso Kicillof presentó la reunión con el objetivo de coordinar de forma más estrecha el trabajo que se viene haciendo a nivel nacional, con el provincial y el municipal. En cada municipio se estableció un comité de emergencia, que ahora se fortalecerán con comités en cada barrio popular, de los que participarán organizaciones sociales, iglesias, clubes y demás entidades con inserción en las zonas más postergadas, de manera de realizar un seguimiento ajustado de lo que sucede calle por calle. El gobernador destacó la importancia de priorizar el “trabajo en red para las derivaciones y la asistencia a la familia y a la comunidad ante la aparición de casos sospechosos”.
Una de las cuestiones que se analizó fue que a partir de estos comités de emergencia barriales se podrán detectar más tempranamente otros problemas relacionados con la cuarentena que exceden a los contagios, como las cuestiones sanitarias, casos de violencia de género o de mala distribución de los alimentos. «La particularidad del AMBA necesita una mirada distinta y el Estado tiene que hacer un trabajo integral que también aborde la situación económica de las familias», expresó Santiago Cafiero.
Por el lado de la Nación, estuvieron los ministros de Salud, Ginés González García, del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, de Seguridad, Sabina Frederic, y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. De Provincia participaron la vicegobernadora Verónica Magario, el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, la ministra de Gobierno, Teresa García, el ministro de Desarrollo, Andrés Larroque, y de Salud, Daniel Gollán. Además, estuvieron el jefe del bloque de diputado del Frente de Todos, Máximo Kirchner, el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando «Chino» Navarro, y el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín.
Más de un centenar de intendentes siguieron los mensajes por teleconferencia pero no hablaron. Tendrán oportunidad de hacerlo hoy, cuando se conecten con los expertos sanitaristas que asesoran a la gobernación. Sostienen diferentes posturas. Los jefes comunales de las intendencias del sur son partidarios de mantener una cuarentena cerrada y estuvieron entre los más críticos a la decisión del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de flexibilizar actividades en plena expansión de casos. Los de las intendencias del norte, varios de ellos de Juntos por el Cambio, son de la idea de ir hacia un sistema similar al de la Capital.
La principal preocupación de Kicillof y de los intendentes es que la explosiva situación de las villas porteñas se traslade al GBA, con cientos de barrios populares despedigados alrededor de la Ciudad. «El aislamiento en la Provincia exige una logística específica y los comités locales son fundamentales, cuanto más local sea, mejor», explicó Ginés González García, quien coordina el plan Detectar, los operativos de vigilancia activa que comenzaron a realizarse en las barriadas bonaerenses a la búsqueda de casos. Se inició por los cinco municipios que presentaban más contagios -Quilmes, San Vicente, Lanús, San Martín y Merlo-, donde se evaluó a 28.550 personas de las cuales 32 presentaron síntomas compatibles con coronavirus. De esos, sólo 5 dieron positivo. Esta semana se sumarán al operativo los municipios de La Matanza y Morón. Kicillof elogió en el encuentro el comportamiento de los bonaerenses ante la larga cuarentena. «En todas las recorridas por la Provincia y sobre todo en los barrios populares observamos un aislamiento comunitario muy eficiente y muy solidario», aseguró.
En el resto de las localidades de la provincia, en muchas de ellas con actividades liberadas por su densidad demográfica y nula cantidad de casos y también se pondrá el foco en Bahía Blanca, Mar del Plata, Tandil y Junín ciudades numerosas desde lo poblacional y con estrictos protocolos se irán liberando actividades, poniendo el foco en cómo transportarse y minimizar el uso de colectivos interurbanos.
En principio, va hasta el 8 de junio. En su momento se habló de la necesidad de preparar camas y respiradores para contener en el momento de la suba exponencial de la pandemia la demanda y la necesidad de contar con dos meses para lograrlo.
Llevarla hasta el 22 del mes que viene, permitiría tener un mes más de trabajo para equipar y entregar insumos en donde aún están faltando.
El devenir de los días y la cantidad de contagios marcará el nuevo formato de la próxima etapa de la cuarentena.