Un hombre que en marzo de 2020 asesinó a golpes a su expareja, 00, enterró su cuerpo en un descampado en las afueras de Mar del Plata y, tras permanecer casi un mes prófugo, fue detenido y confesó el crimen, será juzgado desde este lunes por el femicidio en los tribunales de esa ciudad bonaerense, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Ricardo Alberto Rodríguez (57), quien está imputado del delito de “homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”, por el que podría ser condenado a prisión perpetua.

El juicio se llevará a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Mar del Plata, el cual tendrá una composición alternativa, ya que uno de sus cargos está vacante y los otros dos miembros se encuentran suspendidos, porque enfrentan un jury por la absolución de los acusados por el crimen de la adolescente Lucía Pérez.

En este debate el tribunal estará compuesto por los magistrados Mariana Iriani, Juan Galarreta y Ricardo Perdichizzi.

El juicio comenzará desde las 9 con los lineamientos de la acusación por parte del fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 marplatense, y del representante de la familia de la víctima, Maximiliano Orsini, como particular damnificado.

El letrado dijo a Télam que “no hay dudas sobre la dinámica del crimen y la responsabilidad” del acusado, por lo que buscarán una condena de prisión perpetua.

Luego presentará su alegato de apertura el defensor oficial Christian Rajuan, quien representará a Rodríguez.

El juicio se iniciará a más de dos años y medio del crimen, plazo que fue cuestionado en reiteradas ocasiones por los hijos y allegados de Repetto, desde que se conoció la fecha.

Las audiencias se realizarán hasta el próximo lunes 24 de octubre, con la intervención de entre cinco y siete testigos por día, y tras los alegatos finales en el cierre de la semana o el inicio de la siguiente se aguardará la sentencia por parte del tribunal.

De acuerdo a la investigación del crimen, Repetto fue asesinada por su expareja en el interior de la casa en la que ella vivía, detrás de la de él, en el barrio Termas Huinco, en la zona sur de Mar del Plata.

Según la instrucción de la causa, que en sus primeras semanas estuvo a cargo del fiscal Fernando Castro, tras el femicidio, el hombre enterró el cuerpo sin vida de la víctima a un costado de la ruta 11, en la zona de Acantilados, camino a Miramar.

La desaparición de la mujer había sido denunciada el 2 de marzo 2020, luego de que se ausentó en su trabajo en un hotel del macrocentro marplatense donde ella realizaba tareas de limpieza.

Desde el comienzo de la investigación, caratulada inicialmente como “averiguación de paradero”, los hijos de Repetto apuntaron a Rodríguez, quien también había desaparecido y a quien la mujer había abandonado siete meses antes, luego de una relación a la que calificaron como “tóxica y violenta”.

Pese a un fuerte despliegue de fuerzas provinciales y federales, que incluyó rastrillajes con perros y análisis de cámaras de seguridad, durante 26 días no hubo rastros de la víctima ni del acusado.

Por su parte, Rodríguez fue detenido el 27 de marzo de 2020, en el inicio de la cuarentena por el coronavirus, cuando fue interceptado en la vía pública por los hijos de Repetto.

Horas después de su captura, confesó en Tribunales el femicidio y dijo que había enterrado el cuerpo de la mujer unos 15 kilómetros al sur del centro marplatense, en un descampado muy cerca del sitio en el que efectivos policiales habían hallado una pala en los primeros días de la investigación.

El hombre confesó también que la noche del crimen atacó a Repetto cuando ella salía para encontrarse con un amigo que debía pasarla a buscar por su vivienda, en la calle Don Orione al 1500.

Según las pericias realizadas, el hombre “le propinó diversos golpes de puño”, especialmente en la cabeza y el rostro, los cuales le produjeron “múltiples equimosis y causaron un estado de inconsciencia que, sumado a la posterior manipulación del cuerpo derivaron en el fallecimiento” por “asfixia a raíz de la broncoaspiración”.

“Las motivaciones que llevaron a Rodríguez a la comisión del crimen se encuadran en el prototipo clásico de violencia de género por la cosificación y sentido de pertenencia que se probó que el mismo poseía con quien fuere su pareja, a quien dio muerte por el mero hecho de procurar establecer un nuevo vínculo sentimental”, señaló Arévalo en su requerimiento, en febrero de 2021.

El fiscal precisó, además, que el hombre, quien cumple prisión preventiva en la Unidad Penal 44 de Batán, golpeó a la víctima “hasta que quedó sin vida”, y que el cuerpo fue hallado enterrado “envuelto en una sábana y bolsa de nylon”.