La fusión entre los bancos CaixaBank y Bankia fue aprobada el jueves por sus respectivos consejos de administración, informó una fuente cercana a la operación que dará luz al mayor banco de España en volumen de activos: 650.000 millones de euros.

“El acuerdo fue aprobado” y los detalles de la operación serán divulgados el viernes, dijo esa fuente. La fusión -en la práctica, la compra de Bankia por CaixaBank- llegó después de que los trabajos de la fase de intercambio de información, en la que se analizaron a fondo los números de cada entidad, se prolongaran tras encontrarse ciertas divergencias, entre otros factores, por la ecuación de canje.

Si ya de por sí la ecuación de canje es un asunto espinoso de acordar en una operación de estas características, en esta ocasión tenía un interés adicional, ya que Criteria no debía bajar del umbral del 30% en el accionariado del grupo resultante para que la Fundación ‘La Caixa’ no perdiera ventajas fiscales, un requisito que además está incluido en un protocolo interno y cuya ruptura implicaría la asunción de una serie de costos, informó la agencia EuropaPress.

También fue de debate la composición del nuevo consejo de administración. Según fuentes de la negociación, el Estado español tendrá presencia en el consejo, que se prevé que esté formado por un total de 15 miembros.

A falta de conocer los detalles, los accionistas del banco catalán CaixaBank pasarán en principio a poseer un 75% de la nueva entidad, frente a un 25% para Bankia, según la prensa económica.

El Estado, en tanto que principal accionista de Bankia, se quedaría con una participación del 14% en el nuevo grupo en España.

El inicio de las negociaciones entre CaixaBank y Bankia arrancó de forma discreta antes del verano boreal, tras ser autorizado por ambos consejos, que para su asesoramiento contrataron a bancos de inversión (Morgan Stanley en el caso de CaixaBank y Rotschild en el de Bankia), consultoras (Deloitte y EY, respectivamente) y asesores legales (Uría Menéndez y Garrigues, respectivamente).

La reunión de este jueves da inicio a una operación que creará en España un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.

Otra ventaja percibida es la complementariedad geográfica, ya que Bankia está más presente en Madrid y el centro de España, mientras que CaixaBank está bien implantada en Cataluña, el sur y el este del país, destacó a la agencia AFP Robert Tornabell, especialista de banca en la escuela de comercio Esade.

A continuación, en una nueva reunión de los consejos de administración se convocarán las juntas extraordinarias de accionistas. Dicha convocatoria debe hacerse con, al menos, un mes de antelación, por lo que en el mejor de los casos los accionistas darían su visto bueno a la operación a fines de octubre.