Bernie Sanders lanzó su campaña a la presidencia 2020 en el barrio neoyorquino de Brooklyn, el lugar que lo vio nacer y prometió que su decisión no tiene que ver con “enfrentar a Donald Trump” sino con tener un gobierno con instituciones fuertes y oportunidades para la clase trabajadora.

Durante su discurso prometió salarios decentes, el control de armas, seguro médico para todos, pero al mismo tiempo aseguró que “tenemos un enorme trabajo por hacer y el camino no será fácil”. Sanders sostuvo que para lograr todas sus propuestas “debemos estar unidos creyendo en el amor y compasión, en la justicia” y aseguró que “el futuro de este país será extraordinario”.

Sanders es senador independiente por el Estado de Vermont y fue candidato presidencial en 2016 que quedó en el segundo lugar de la primaria demócrata contra Hillary Clinton.

En 2016, Sanders lanzó su campaña en Vermont, estado que ha representado en el Senado durante casi dos décadas. Pero esta vez, tratando de exponer más su historia personal, Sanders primero paró en Brooklyn, donde creció en el seno de una familia inmigrante judía y vivió en un apartamento humilde.

Sanders se destaca por sus propuesta progresistas como “Medicare para todos”, salario mínimo de 15 dólares por hora y enfoque en el cambio climático.

Después de Brooklyn, Sanders irá a Selma, Alabama, donde participará en la conmemoración del aniversario del enfrentamiento de 1965 conocido como “Domingo Sangriento”, cuando manifestantes pacíficos fueron golpeados por agentes estatales de Alabama al tratar de cruzar el puente Edmund Pettus. Su segundo mitin de campaña será en Chicago, donde estudió en la Universidad de Chicago y estuvo involucrado en manifestaciones de derechos civiles.