Carlos Aletto es trabajador de cultura en Télam. Fuimos a su encuentro en el marco de la jornada de protesta y clases abiertas que esta semana realizó la comunidad de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) en repudio al recorte presupuestario. Allí estaba Carlos, en uno de los stands junto a un aula improvisada en la plaza seca del complejo Manuel Belgrano, juntando firmas: “es para llevar un proyecto al Congreso para hacer más federal Télam de lo que ya es”. 

Es que la agencia nacional de noticias no funciona, pero no se cerró. “El relato es que Télam está cerrado y que nosotros estamos despedidos. Eso es para el imaginario social. Pero en la realidad, Télam no se cerró: está en reconstrucción”, nos explicó.

Pero la pregunta es ¿reconstrucción de qué y para qué? Desde el 4 de marzo, en la web de Télam se lee, precisamente, “página en reconstrucción”. Ese mismo día, a los 770 trabajadores de prensa les llegó el mismo comunicado: quedan “dispensados de prestar su débito laboral”. En ese entonces era por siete días. Ya pasaron cuarenta.

Desde entonces, se han cortado los servicios de cables a los medios de comunicación de todo el país y la posibilidad de contar con información confiable, federal, de primera mano y al instante. Por primera vez, la agencia nacional de noticias no realizó cobertura oficial del 24 de marzo, en la masivas movilizaciones de todo el país por Memoria, Verdad y Justicia. Pero, ¿para qué?

“Las versiones son que quieren despedir unos 350 trabajadores y seguir haciéndola funcionar con el resto”, aventuró Aletto.  

“Nosotros estamos con dispensa laboral. Seguimos cobrando el sueldo y nos tienen en una especie de limbo que la expresó el Papa el otro día en un mensaje, cuando habló de la incertidumbre de los trabajadores”.

“Deshumanizante” caracterizó Aletto a la situación que viven 770 trabajadores de prensa vinculados a la agencia nacional de noticias en todo el país. “No tenemos tareas”, explicó, a la vez que ilustró: “la empresa está vallada, no podemos entrar. Hay acampes en las dos sedes que tiene en Buenos Aires”. 

Certezas no hay, pero sí algunos gestos y transparencias que permiten intentar adelantarse a lo que vendrá. “Todo esto es un relato para un sector duro de La Libertad Avanza, del imaginario de que ‘lograron cerrar Télam’, por un lado. Por el otro, intentan cumplir con la legalidad vigente, porque no pueden despedirnos, a ningún personal de plata, ni a los contratados, ni pueden cerrar Télam si no es a través del Congreso. Es una ficción total, un relato”, contó el trabajador de cultura.

Ley Ómnibus

“Télam no está para privatizar”, aclaró rápidamente Carlos. 

Cual estudiante agolpado contra una cartelera para conocer la nota de su parcial, trabajadoras y trabajadores de empresas del estado en toda la Argentina se apuraron a ver si su sitio estaba en el plan de privatizaciones presentado ante el Congreso.

Pero. “Sí hay algunos puntos que incomodan a los trabajadores. Nosotros, los empleados públicos, estamos protegidos por el artículo 14 bis de la Constitución que garantiza estabilidad laboral al empleado público. Bueno, eso se pone en jaque con la nueva ley ómnibus”. 

Cómo sigue

Este viernes, el Juzgado Contencioso Administrativo Número 10 se declaró competente en una causa por el intento de cierre de Télam, e instó al Gobierno de Javier Milei a brindar informes sobre esa iniciativa a raíz de una demanda iniciada por la senadora nacional de Unión por la Patria (UxP) Juliana di Tullio.

Imagen: @somostelam