El pasado viernes, durante los alegatos en el juicio por uno de los últimos asesinados de Natalia Melmann, la fiscalía y la querella pidieron la pena máxima para Ricardo Panadero, ex policía que participó del secuestro, violación y asesinato de la adolescente en 2001, en la localidad de Miramar.
Los cargos hacia Panadero apuntan a conseguir la prisión perpetua por el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas, y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa”.
Por su parte, la defensa, a cargo de Lautaro Resúa, solicitó la absolución del ex efectivo de la Policía Bonaerense.
Sin emargo, según informó la Agencia Andar, durante los alegatos “la fiscal hizo un análisis minucioso de la prueba, tanto del juicio como de las constancias que vienen de la causa y del primer proceso”.
Los testimonios que declararon ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 fueron determinantes para que la fiscal compruebe la participación de Panadero en el femicidio de Melmann.
“Lo que hizo la fiscalía fue una interpretación conglobada de la prueba para probar que Panadero fue visto en el secuestro de la joven y posteriormente, y que tuvo vínculo y reuniones con los otros imputado, incluso a escondidas. También incorporó las amenazas a testigos. Fue un excelente alegato”, evaluó Margarita Jarque, directora del programa de litigio estratégico de la Comisión Provincial por la Memoria.
Caro solicitó además que la condena “sea de cumplimiento efectivo, que se detenga inmediatamente al imputado de ser hallado culpable, y que la sentencia se expida también sobre la protección de dos testigos en particular, que se los asista y que se tenga en cuenta la extensión del daño ocasionado a familia y amigos, la condición de policía del acusado y la condición de mujer de Natalia”. Si bien en el código penal al momento del crimen no contemplaba la figura del femicidio, la letrada pidió que el Tribunal consideraran la dimensión de género en su dictamen.
Los juicios hasta llegar a Panadero
En octubre de 2002 tres policías, Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez, fueron condenados a perpetua como coautores de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas” para asegurar el resultado en el caso de Natalia Melmann.
En aquel proceso inicial no estuvo Ricardo Panadero, el cuarto policía acusado, porque la justicia de Garantías lo había sobreseído previamente. Más tarde, la Suprema Corte de Justicia bonaerense dejó sin efecto esa resolución y finalmente, tras numerosas idas y vueltas judiciales y los sucesivos pedidos de la familia Melmann, la fiscal Ana María Caro solicitó la elevación a juicio de la causa el año pasado. Lo hizo a partir de haber recolectado nueva prueba y el pedido fue autorizado por la justicia de Garantías.