El jefe de Seguridad Interna de la Unidad 35 de Santiago del Estero fue condenado a tres años y tres meses de prisión por vejámenes y apremios ilegales contra personas detenidas en la unidad penal 35 de esa provincia.
Se trata del entonces jefe de Seguridad Interna de la Unidad 35 «Colonia Pinto» de Santiago del Estero, el agente penitenciario federal Claudio Gabriel Segura, quien fue condenado por vejámenes y apremios ilegales contra seis reclusos, a quienes hizo pelear ante la vista del personal penitenciario de inferior jerarquía a la suya.
Este es el primer juicio que se lleva adelante en la provincia que tuvo acusado a un miembro del Servicio Penitenciario Federal (SPF) por delitos durante su función.
El condenado había sido absuelto en 2018 y esa sentencia fue revertida el año pasado, cuando el tribunal revisor hizo lugar al recurso de la fiscal general Indiana Garzón para que vuelvan a ventilarse los hechos ocurridos entre junio y julio de 2013.
En el debate, la fiscal Garzón señaló la importancia del tratamiento de este hecho como violencia institucional, ya que -indicó- es el Estado el responsable de resguardar los derechos de las personas privadas de su libertad.
A tales efectos solicitó además de la pena privativa de libertad una serie de reparaciones integrales a la víctimas y medidas de no repetición para evitar que hechos similares vuelvan a reproducirse en la Unidad 35.
Las Imágenes remitidas por la Fiscalía General ante el Tribunal Oral Criminal Federal (TOCF) de Santiago del Estero, que fue quien dictó el jueves la condena de tres años y tres meses de prisión y seis años y medio de inhabilitación del cargo.
Los jueces que integraron el TOCF que impuso la pena son Juan Carlos Reynaga, Enrique Lilljedhal y Mario Eduardo Martínez, quienes hicieron lugar a la petición de la fiscalía y además dictaron esa medidas de no repetición, que dará a conocer junto a los fundamentos de la sentencia.
Los hechos juzgados tuvieron lugar en junio del 2013, cuando -según se acreditó- Segura obligó a un interno a registrar en video, con un celular, a un integrante del personal penitenciario de apellido Monzón en un presunto ingreso ilegal de estupefacientes.
Asimismo, se lo condenó por haber organizado y filmado peleas entre los internos, sometiendo a seis presos a vejámenes, severidades y apremios ocurridos el 29 de julio de 2013 en el campo de deportes de la dependencia.
Durante el proceso, el Ministerio Público Fiscal había señalado que las luchas a golpes de puño fueron realizadas ante la mirada de otros agentes penitenciarios.
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