La víctima tuvo que exponer los mensajes que recibía en las redes sociales para que la Justicia adoptara alguna medida. Pero la violencia continúa.
Su ex pareja, Maximiliano, la amenaza de muerte con mensajes estremecedores en los que le asegura que la va a «mandar al hospital», que «no la va a salvar ningún botón antipánico» y «que disfrute de estos días, porque son los últimos que le quedan».
Si bien las amenazas de muerte comenzaron a llegarle este último año, luego de la separación, Karina recuerda que la relación estuvo marcada siempre por la violencia, tanto física como psicológica, que su ex pareja ejerció siempre contra ella.
“Yo no me daba cuenta de la violencia de la que era víctima”, reconoce la mujer. En el comienzo de la relación -recordó- sufrió violencia física. Pero después, con el pasar del tiempo, se sumó una constante “violencia psicológica, de humillación, maltrato, enojo”.
Karina reitera que no se daba cuenta, aunque gente de su entorno se lo hacía notar. “No entendían cómo había cambiado tanto mi comportamiento. De a poco, me fue alejando de mi familia, eligiendo mis amistades, decidiendo a dónde podía trabajar y con quién (es profesora de educación física), ya que no aceptaba que trabajara con hombres”.
Tienen en común un par de hijos mellizos de 14 años. Son de Buenos Aires, pero hace 6 años decidieron venir a Neuquén a probar suerte. Él decidió, en realidad. Y Karina, junto a sus pequeños hijos, lo siguieron. Pero Maximiliano, a principios del 2020, cambió de idea.
No se había adaptado como él esperaba a la vida en el sur y creyó conveniente volver a CABA. Prometió que, poco después, vendría a buscar a su mujer y sus hijos. Sin embargo, la pandemia y el aislamiento social preventivo y obligatorio se interpuso en sus planes. Así, él quedó en Buenos Aires y ella con sus hijos, en Neuquén. Los separó la pandemia, pero para Karina fue la oportunidad de mantenerse lejos de una relación tóxica y violenta, que la iba consumiendo poco a poco.
En ese contexto, tomó la decisión de separarse. Pero él no lo aceptó. La amenazó con todo lo que pudo. Se negó a pagar la cuota alimentaria de los nenes. La escrachó en las redes sociales, inventando historias y acusándola de promiscua. La llamaba a la madrugada para saber dónde estaba. Se comunicaba con vecinos para pedirles que se acercaran a la casa y le dijeran si ella estaba allí.
Pero en los últimos días las amenazas comenzaron a ser más concretas. Su ex pareja le anunciaba que iba a venir a Neuquén, ya que todavía tiene domicilio en esta ciudad y necesita renovar la licencia de conducir. Pero le advertía que el principal objetivo del viaje iba a ser acabar con su vida.
“Yo trabajo con muchas mujeres que sufren violencia de género y creo que es conveniente hacer pública esta situación. Necesito que se sepa por mí, porque tengo miedo de que me pase algo, y por mis hijos; pero también por todas las mujeres que están atravesando en estos momentos situaciones similares”, subrayó.
Hoy está decidida, avanzando en la Justicia con la asesoría legal del Estudio Jurídico González Lino, para que se adopten medidas cautelares que le permitan vivir tranquila, junto a sus hijos.
Ahora sí, la escucharon
Karina denunció en innumerables oportunidades la violencia que su ahora ex pareja ejercía contra ella. La última fue del 5 de febrero de este año, hace pocos días. Le prometieron que pasaría directamente al Juzgado. Sin embargo, contó que nunca ingresó a los despachos judiciales. “La cajonearon, otra vez”, lamentó.
A pesar de las denuncias reiteradas, nunca se tomaron cartas en el asunto. Nunca hasta el miércoles último, que su caso se viralizó en las redes sociales. En ese momento sí, desde el Juzgado de Familia se comunicaron con ella. Le entregaron un botón antipánico y patrullas de la policía neuquina realizaron rondines por su domicilio para constatar que su vida no corría peligro.
En este caso, a diferencia del de muchas otras mujeres, se tomaron medidas. Ahora, esperamos que sean efectivas y que no haya que lamentar otra víctima de la violencia machista en nuestro país.
lmn