«Levántate, suspira, sonríe y sigue adelante», fue lo último que llegó a escribir Vanesa Lobo Noble en su cuenta de Facebook el 23 de enero.

En el observatorio de Ampimpa, la joven que fue asesinada el viernes último por su ex pareja Walter Rodríguez había logrado desconectarse y descansar antes de retomar su trabajo en una radio tucumana.

«Ya no quiero mensajes sin contestar, quiero mensajes de amor y preocupación -dejó por escrito-. Ya no quiero promesas falsas, quiero acciones reales, demostraciones de afecto y apoyo verdadero. No sé si consiga a esa persona pero te aseguro que ya no quiero gastar mi tiempo en tontos inmaduros que no saben lo que quieren, bajo esas circunstancias prefiero mi propia compañía», escribió.

La mujer tenía 35 años. Fue encontrada en el baño de una vivienda del barrio San Felipe, al sur de la capital. El hombre, de 40 años, huyó y hasta el momento no se lo pudo encontrar. No se descarta que se haya quitado la vida.

Rodríguez trabaja como agente de seguridad de una empresa que se encarga de custodiar camiones de caudales y entidades bancarias. Según los allegados a Vanesa Lobo Noble, la pareja estaba separada desde hace un largo tiempo.

Los investigadores elaboraron la hipótesis de que el crimen habría ocurrido a partir de alguna discusión en la madrugada, cuando ambos estaban solos en la vivienda. Más temprano, la hija de la pareja se había ido a dormir a la casa de una amiga. Según los peritos, la joven fue atacada en el baño cuando aparentemente se preparaba para salir.

«Solía pensar que lo peor de la vida es terminar solo. No lo es, lo peor es terminar con gente que te hace sentir solo», había escrito el 11 de enero pasado.