María Laura Díaz, la médica residente del Hospital Tornú hasta el 30 de septiembre pasado, denunció al médico de guardia Claudio Garabedian por atacarla física y verbalmente. La dirección del hospital no le responde desde agosto, cuando la citaron a solas con el director y la abogada del hospital revictimizándola, al no permitirle ser acompañada.

Haber expuesto al médico de guardia, el «pacto de caballeros» que lo encubre y otras falencias del hospital le costó el trabajo. Díaz relató todo en una entrevista a Página/12: «Fui electa como jefa de residentes por votación en diciembre del año pasado. El director ya firmó los papeles de todos los jefes de residentes de los demás servicios, pero los nuestros no. Todo indica que no voy a tener trabajo en el este hospital ni en ningún otro del sistema público de CABA.»

La secuencia con Garabedian empezó el 3 de agosto con una brabuconería: Él la empujó para entrar a un lugar, ella le dijo «Podría pedirme permiso» y, en vez de disculparse, él la volvió a empujar al salir. Díaz lo cruzó hablando el jefe de terapia intensiva y se quejó por el maltrato pero el agresor le terminó gritando «gorda de mierda, a vos no te toco ni con un palo».

El llamado «Pacto de caballeros» hace que todos los testigos se desentiendan. El jefe de residentes se comunicó con ella pero no para disculparse por no haberla defendido: «llamó para amenazarme con hacerme una nota y echarme por abandono de pacientes, por haberme ido media hora antes. Me dijo que la terapia intensiva me quedaba grande y que él no vio nada de lo que estoy denunciando.». Y agrega «En Fiscalía están las capturas de pantalla con los horarios de sus llamadas amenazantes»

En la entrevista, la médica relata también que el servicio de Terapia Intensiva en ese hospital es muy deficiente, que los médicos de guardia cobran por 24 horas «pero nadie permanece tanto tiempo en el servicio. No se hacen cargo de los residentes. Yo no sabía ni intubar ni poner una vía básica.» y por casualidad contó con la ayuda de dos médicos que le enseñaron. Quiso llevar un conteo de decesos pero como daba un número muy alto de mortalidad le dijeron que lo estaba contando mal, que se iba a encargar el jefe del servicio.

Al principio la idea fue cerrar el servicio de TI pero «Desde la Dirección General Docencia, Investigación y Desarrollo Profesional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dijeron que «en pandemia queda mal cerrar la residencia de terapia intensiva» del Tornú.»

También contó que hay maltrato misógino, gordofobia, transfobia, xenofobia porque la discriminación de todo tipo a médicos y pacientes está a la orden del día. «El ámbito municipal, entre los médicos, es bastante violento con el aspecto físico. Y esa violencia es jerárquica, de arriba hacia abajo.», explicó al mismo medio.

María Laura Díaz no está sola: «Nuestros reclamos son acompañados por las asambleas de residentes y concurrentes del Tornú y de CABA, la Filial Tornú de Médicos Municipales y el Comité de Prevención de las Violencias del hospital.».