Víctor Hugo P tiene 39 años y hace 15 que trabaja como peón en lo que hoy es la PyME Sebastián Gaboto. Desde hace unos años la planta ubicada en Vértiz 3175 fue blanqueada y mantiene un vínculo estrecho con El Marisco, para la que corta el pescado entero que entregan los barcos de la empresa en Mar del Plata.

Víctor Hugo P es asmático y hace unos días tuvo algunos síntomas compatibles con Covid-19 pero luego de recibir atención médica descartaron la enfermedad. Hoy es uno de los seis contagiados que dieron positivo y otros 36 obreros esperan en aislamiento.

Los peones ya fueron hisopados y otros aguardan hacerlo en las próximas horas. Pero Víctor Hugo se encuentra en grave estado. Está internado en el Sanatorio Belgrano con un neumotórax, en coma y conectado a un respirador artificial.

“Es asmático y al principio creían que era un problema respiratorio por esa enfermedad”, contó Soledad, su esposa y madre de su hijo, ante la consulta de REVISTA PUERTO, preocupada por la evolución del cuadro.

“El domingo pasado lo internamos. Saturaba 60 de oxígeno, casi no podía respirar pero como no había camas, primero lo trajimos a casa. Se desestabilizó a la hora y lo intentamos llevar al Hospital Interzonal. Ahí no aceptan enfermos con obras sociales y no lo recibieron. Volvimos a la Belgrano. Fue una lucha encontrar una cama. Esta todo saturado”, contó Soledad.

Finalmente apareció una cama para Víctor Hugo y pudo ser estabilizado. En los nuevos estudios apareció el positivo de coronavirus. “A partir de ahí ya cambió el tratamiento y hace dos días que comenzaron a tratarlo con plasma pero el pronóstico es reservado. Tiene los pulmones infiltrados y esperamos la evolución del día a día”, explicó su esposa.

Este sábado se conocieron los primeros resultados de los hisopados de sus compañeros y los cinco dieron positivo. “Ya había un caso anterior de una trabajadora que nadie avisó”, denunció Soledad. “Después todos comenzaron a tener síntomas. El “Gordo” (su esposo) siempre luchaba para que haya elementos de higiene pero era un desastre, nadie controlaba nada y se tenían que estar peleando por unas gotitas de alcohol en gel”, especificó Soledad.

Por los problemas de asma Víctor Hugo debería haberse quedado en su casa, exceptuado de asistir al trabajo. “Pero le pagaban 2 mil pesos por quincena. Es jefe de familia, con eso nadie vive y le permitieron ir a la parte de envase, en la parte de atrás de la fábrica, donde están los fileteros. De ahí hubo muchos contagios; hasta el Delegado dio positivo”, reconoció la esposa.

Estas horas de angustia las transita con el apoyo de amigos y familiares pero lejos de su esposo. “Siento bronca, impotencia, no poder estar al lado de él en este momento. Es una mezcla de sensaciones horribles, pero sé que va a salir; tiene cosas por las que seguir peleando”, confesó Soledad.

“Ahora estoy peleando para que me lo pasen por la ART porque se lo contagió ahí. La empresa nunca cumplió con el distanciamiento. Estaban todos amontonados. Él estaba preocupado en que se cumplan con las condiciones de higiene y cuando saltaron los primeros casos quería que todos sus compañeros sean hisopados”, remarcó la esposa de Víctor.

Por estas horas se espera el resultado de los otros test que se realizaron. El personal que trabaja en Sebastián Gaboto supera los 40 trabajadores. Todos están aislados y la planta fue cerrada para su desinfección, según contaron desde el SOIP. En el gremio aseguraron que la empresa ya hizo la denuncia de los casos ante ART Provincia.

Por Roberto Garrone, especial para revistapuerto.com.ar