Tras bajar la persiana en Mar del Plata y Cruz del Eje, la firma sostiene un largo conflicto en San Luis. Ahora se conoció que tampoco le paga a los 130 empleados de Caseros y amenaza con despedirlos.

La empresa Zanella se convirtió en un símbolo de la crisis de la industria argentina. Con 70 años de historia, en los últimos meses cerró dos plantas, en Mar del Plata y en Cruz del Eje, Córdoba y mantiene largos conflictos en las otras dos.

Pasó de tener 500 trabajadores a quedarse con 180, a los que no les paga los sueldos desde junio. Les dan $2.000 o $5.000 por semana.

Sólo quedan 50 trabajadores en San Luis y 130 en su planta de Caseros, donde están las oficinas centrales de la empresa.

En paralelo, la firma no consigue que le aprueben el Procedimiento Preventivo de Crisis que presentó en Trabajo. Sin aval legal les oferta a los despedidos sólo pagarles el 60% en siete cuotas.

Sólo cobraron los que fueron echados tras el cierre de Mar de Plata. El resto -los 32 que despidió últimamente en San Luis y los 40 que dejó sin trabajo en Córdoba- no cobraron ni los sueldos adeudados ni la indemnización prometida.

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