La provincia de Neuquén está colapsada, mueren pacientes porque no tienen camas pero como no pasa en el ombligo del país, Capital y Gran Buenos Aires, a veces estas noticias pasan desapercibidas.

Pero en los tiempos de las redes sociales y la globalización de la información ya nada pasa de largo y si pasa de largo por un sesgo intencional.

Una médica, de nombre Noelia Fernández, hizo un posteo en redes sociales donde relató crudamente lo que pasa en Villa La Angostura, donde el personal de Salud ya no puede más, están entregando parte de sus vidas para salvar a pacientes y sienten que no tienen un Estado que los respalde

También una parte de la sociedad cree que nunca se va a contagiar, que nunca le va a pasar pero pasa y cuando sucede el destino puede ser una cama de terapia intensiva y si no hay cama el destino puede ser la muerte, porque el virus no perdona ni tiene contemplaciones.

“En villa la Angostura somos un hospital catalogado como rural, hoy estamos atendiendo tres paciente o.. mejor dicho, vecinos de nuestra localidad en asistencia respiratoria. Trabajamos sin descanso, sin horarios, atajando emergencias, damos de alta un paciente y entran 3 nuevos”, comienza el valiente relato de la doctora Fernández.

“Intubamos, estabilizados, y sale en ambulancia una derivación a alguna terapia cerca y a los minutos entra otro paciente igual y seguimos corriendo”, agrega en forma descarnada.

“Ya no me banco más la despedida telefónica antes de intubar al paciente , escuchar las últimas palabras del paciente con sus familiares pensando si serán las ultimas, cada día son más jóvenes los pacientes , y empezaron a aparecer los niños”, contó.

Y añadió: “Hoy hay una crisis sanitaria que parece poco importarles a nuestros gobernantes, no nos respetaron, ni cuidaron al personal de salud, tampoco lo hacen con la gente, estamos agotados, triste, nos duele cada paciente, ponemos todo y mas para salir adelante. No soy terapista, hoy estamos tratando pacientes de alta complejidad”.

El drama que viven los profesionales de la Salud en todo el país también pasa por la falta de empatía de un sector de la sociedad, que no respeta las normas y que le importa poco el prójimo, hasta que la muerte le pega un golpe fuerte al mentón.

¿Qué tiene que pasar para darse cuenta el vecino que no usa barbijo ni respeta el distanciamiento, que se junta a los asados?”, se preguntó Noelia Fernández para luego comentar: “No quisiera verlo -a ese vecino- en alguna cama del hospital”.