Windows tiene una nueva y grave falla descubierta por un investigador especializado en seguridad en ese sistema operativo: si accedes a una carpeta específica, bloqueas la computadora y este colapsa cada vez que intentas iniciarlo de nuevo.

Según aseguraron en el medio digital BleepingComputer, se trata de un fallo relativamente nuevo, descubierto en las últimas versiones de Windows 10, pero dada su gravedad, los expertos han hecho eco de él.

Su funcionamiento es sencillo: si introduces una dirección determinada en la barra de búsqueda de una ventana de Windows, la computadora entra en un bucle que no sabe solucionar. La línea de código es la siguiente: \.globalrootdevicecondrvkernelconnect

Evitar este problema es muy fácil: tanto como no acceder a esa parte del kernel de Windows. Pero dado como funciona el mundo de los virus, la seguridad y los delincuentes, es posible que un usuario malintencionado pueda engañar a otro para acceder a ese directorio sin saber cuáles son las consecuencias.

Camuflar un enlace con la dirección es sencillo hoy y podría enviarse por correo electrónico, causando graves problemas. Los investigadores advierten, además, que el mero hecho de descargar un archivo que lleve dentro este acceso directo, sin llegar nunca a abrirlo, pueda causar que la computadora deje de funcionar y entre en un bucle sin solución.

Por el momento, no hay solución a este problema y, según Microsoft, la empresa investigará “la causa de este fallo de seguridad y darán más información de los dispositivos afectados tan pronto como sea posible”.

Ante cualquier duda con un archivo que nos llega por correo, lo mejor es no descargarlo y asegurarse de quien nos lo envía es un contacto fiable que no ha sido suplantado.

¿El sucesor de Windows 10 llegará en 2021?

Más del 86% de las computadoras del mundo usan diferentes versiones del sistema operativo Windows, de Microsoft. Por ejemplo, el ejército de los Estados Unidos tuvo que pedir ayuda a Microsoft para mantener computadoras que funcionaban con Windows 95 años después de que finalizara el soporte a este sistema. Actualizar esos equipos a Windows 10 conllevaba una tarea difícil y no exenta de riesgos para la seguridad de los Estados Unidos.

Desde 1981, cuando IBM lanzó su primera PC, Microsoft y las computadoras personales basadas en procesadores Intel son la opción mayoritaria en informática. Pero los equipos personales han comenzado a atravesar una época de cambios profundos. Como ha demostrado la llegada a las Mac de los procesadores M1, similares a los que se usan en los iPhone y en las iPad.

Este cambio en la arquitectura de las computadoras, que es revolucionario, no es casualidad que haya sido realizado por una empresa, Apple, que tiene el control del software y del hardware de los equipos que comercializa. Esta transición se antoja más compleja en el mundo de las PC con Windows.

Sobre todo por dos motivos: es necesario que los fabricantes den el paso para fabricar equipos con procesadores móviles, mucho más eficientes en términos de rendimiento y consumo energético, y que Microsoft decida soltar lastre lanzando una versión disruptiva de Windows: compatible con las nuevas aplicaciones para procesadores con arquitectura ARM y con las que existen para equipos basados en procesadores Intel y AMD.

¿Será una renovación de Windows 10 o será Windows 10X el sistema operativo que cambiará las prestaciones que hoy ofrecen las PC? Algunas respuestas, y también algunas dudas, han llegado con la filtración de una versión previa de Windows 10X.

En esta filtración se observa que Windows 10X es una versión mucho más ligera y ágil de Windows 10. Aunque no es compatible con las aplicaciones clásicas que funcionan en Windows 10. A cambio puede funcionar con un buen rendimiento en equipos con procesadores móviles ARM.

Esto es muy diferente a lo que ha hecho Apple con su sistema MacOS Big Sur, que es compatible con procesadores Intel y con los nuevos M1. Aunque si lo usamos con estos últimos para ejecutar las aplicaciones clásicas de Windows 10, el sistema de Apple necesita recurrir a la emulación mediante la tecnología Roseta.

A pesar de eso los nuevos chips de Apple, incluso recurriendo a un emulador, ejecutan con una velocidad similar que las Mac con procesadores Intel las aplicaciones que no se han adaptado a los procesadores M1. Ese emulador para las aplicaciones pensadas para Windows 10 es lo que le faltaría a Windows 10X,

Es muy posible que Microsoft se enfrente ya a ese escenario. Y para ello hay muchos caminos, aunque hay dos que parecen claros: lanzar Windows 10X sin compatiblidad desde el principio con las aplicaciones de Windows 10, de esa forma se lograría que se adapten aplicaciones al nuevo sistema, y lanzar posteriormente una actualización que permita ejecutar las aplicaciones de Windows 10.

El otro camino es que Windows 10 sufra un cambio a fondo, similar al de MacOS Big Sur, que le permita ser compatible con aplicaciones que funcionen con diferentes arquitecturas de procesador.

En realidad este camino ya lo ha iniciado Microsoft con Windows 10, del que existe una versión compatible con procesadores Intel o AMD y procesadores ARM. El problema es que no funciona demasiado bien.

Parte de los problemas de Microsoft están motivados porque no hay entre los fabricantes de hardware una alternativa clara al procesador M1 de Apple. Qualcomm dispone de una versión de sus procesadores Snapdragon pensada para ordenadores, pero es un proyecto que no está del todo maduro. A pesar de que han aparecido ordenadores con este tipo de procesadores y Windows 10. Aunque podría llegar un nuevo chip Snapdragon más eficiente.

Se sabe que Windows 10 va a rejuvenecer a nivel visual. Lo que podría ser un indicio de los planes de futuro que la empresa tiene con su sistema operativo. Todo apunta a que la llegada de los procesadores con arquitectura ARM a las PC que ejecuten Windows puede ser lenta. La decisión entre si Windows 10 o Windows 10X será el sistema operativo que marque el futuro, probablemente tendrá que ver con la respuesta de los usuarios.

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