Daniel Machado, presidente de la sociedad de fomento de Jardín de Peralta Ramos Mar del Plata, denunció el estado del barrio. Una plaza sin juegos, o con restos de juegos peligrosos, y calles de difícil acceso es lo que preocupa a la comunidad.

“La plaza desde hace años, por falta de mantenimiento, perdió todos los juegos, no hay uno solo utilizable y los que están son un peligro porque no podemos controlar que algún niño o niña vaya y se termine lastimando,” relató Machado sobre las calles que rodean la plaza Perdiz, La Gallareta, El Famenco y La Tijereta, en Jardín de Peralta Ramos.

 

Respecto al estado de las calles, explicó que la situación general es “común a las zonas periféricas de la ciudad, al no tener acceso de asfalto y ser todo engranzado”. El vecino señaló que cuando comienzan las épocas de lluvia,  la calle “dura lo que dura la lluvia, cuando cae el agua se deteriora, esto produce que el estado deba hacer un mantenimiento periódico y no da abasto, porque somos muchos barrios en la misma situación, no hay proyección de generar un mejoramiento y esa es una gran critica al gobierno local”.

Machado remarcó que los barrios “no soportan” la cantidad de gente que vive en los lugares ante la ausencia de obras, por lo que volvió a remarcar la falta de inversión en infraestructura, “esto no se ve ahora ni tampoco proyectada para el futuro, de ahí surge la necesidad de visibilizar que se necesita una nueva proyección de Mar del Plata con un ejido urbano acorde”.

Sobre el estado de luminarias, contó que si bien son mantenidas, las mismas son obsoletas, y detalló que si bien se están aplicando las luminarias led en algunos puntos de la ciudad, “en los barrios periféricos no se está haciendo”. “Por una disposición del Estado cada vecino tiene que pagar su luminaria y esta es una cuestión totalmente injusta con el resto de Mar del Plata porque cuando se necesita una luminaria se coloca, y aquí se pide cerca de 20 mil pesos a un vecino por poner una luminaria, esto es un punto recontra injusto”, resaltó.

Isabel Gargiulo, otra vecina del barrio, manifestó que el barrio se encuentra en un estado “malísimo, ante el abandono que registra la zona. No nos tienen en cuenta para nada, llamé en varias oportunidades al intendente Montenegro, me contestan sus secretarias o secretarios, me han tomado reclamos pero nunca hacen nada, es un desastre. Nos tienen super abandonados”, se lamentó.

Gargiulo resaltó que el estado de las calles es “muy malo”, y contó que en caso de una emergencia las ambulancias o bomberos no pueden entrar, y recordó que el año pasado “se encajó una combi escolar con todos los chicos adentro, imagínate. Vienen nos tiran un poco de granza que cuando llueve se va todo, es un desastre”, aseguró.