El economista Arnaldo Bocco estimó que el rumbo económico del 2019 será muy similar al de 2018. “Veo un ejercicio económico 2019 muy parecido al 2018, con caída del nivel de actividad, aumento de la desocupación y temor en la sociedad porque no hay definiciones políticos que cambien el perfil del consumidor”, pronosticó el exdirector del Banco Central.

“Cuando se publicaron los datos (del EMAE) fue muy impactante ver la caída abrupta, son siete meses consecutivos de pérdida de dinamismo y al mismo tiempo el Fondo Monetario felicitaba al Gobierno por las políticas en el contexto del Foro de Davos”, consideró Bocco en diálogo con Radio 10.

El INDEC reveló este jueves que el comercio mayorista, minorista y reparaciones se desplomó 17%, mientras que industria manufacturera bajó 12,6%; la construcción 11,4%); y el transporte 7,1%. “Vivimos el momento más duro del ajuste, que seguramente se va a postergar en el tiempo varios meses para adelante. Solo en construcción genera una desocupación de 20.000 empleos perdidos”, remarcó el director del Departamento de Economía de la UMET.

Pero según Bocco también hay una consecuencia de la política macroeconómica: “La oferta de crédito está 30% más abajo de la que existía hace dos o tres años y esa pérdida de disponibilidad financiera, especialmente en las pymes, se agrava en las tasas de interés y al empresario le resulta imposible acceder a un financiamiento porque después no tiene ninguna probabilidad de llevar adelante (los pagos) para sostener las empresas”, advirtió el expresidente del BICE.

“Las empresas venden al contado porque no pueden descontar los cheques y es una cadena que se va a armado, un achicamiento progresivo de la actividad”, agregó.

El panorama que traza el economista es casi dramático. “Tenemos una pérdida de entre 11% y 20% del ingreso de los trabajadores formalizados, jubilados y no formalizado; cayó el gasto público por el ajuste; se pagan entre 2% y 3% del PBI de deuda; la ausencia de crédito; la restricción del Banco Central, que está centrado en mantener el tipo de cambio, las tasas altas y atraer capitales especulativos antes que reactivar la economía”, describió.

En ese marco, el jefe del Observatorio de la Deuda de la UMET alertó que la economía solo se puede reactivar con el consumo, que hoy está muy debilitado por las alzas de los servicios públicos y tarifas dolarizadas. “La perspectiva es que ante el temor del consumidor, que no va a poder recuperar ingreso por paritarias, la economía caiga aún más. El 2019 será un año con un impacto muy fuerte de la actividad. Solamente las inversiones públicas van a caer 60% frente al año anterior”, enfatizó.

En este marco, Bocco aclaró que los futuros aumentos en las jubilaciones van a recomponer pérdidas anteriores, las de 2018. “Lo probable es que el jubilado consuma un poquito más, pero va a pagar servicios más caros. No habrá un gran impacto con una suba de jubilaciones del 22% o 24%”, sostuvo.

Además, puso en duda la recuperación motivado por el crecimiento de la exportación de cosecha. “Estamos compitiendo con estados Unidos, porque China, que es nuestro gran comprador, está negociado comprar más. Dejamos de exportar valor agregado y exportamos el grano. No soy muy optimista de que ese mercado genere un impacto en el empleo y en mejoras de condiciones de trabajo del aparato industrial”, analizó.

“Mientras la tasa de interés sea alta, que se prevé que seguirá seis u ocho meses más, la posibilidad de que el crédito reactive algún sector de la economía (es baja), el cuadro no es alentador. Encima vamos a entrar en un período electoral y la presión cambiaria va a ser alta, a pesar de que aumenten las exportaciones”, recordó.

“El Gobierno está atrapado en mantener la recuperación de los bonos con tasas altas, pero el costado de esa financiarización es el deterioro muy marcado del ingreso del conjunto de los argentinos”, concluyó.

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