«Mi función al frente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas es remover completamente la política del macrismo respecto de los pueblos originarios.» Magdalena Odarda –flamante presidenta de ese organismo y ex senadora nacional– es tajante al definir sus objetivos. Cordobesa de nacimiento y rionegrina por elección, vive en Viedma y pasó el día de su cumpleaños en territorio de la comunidad mapuche donde apareció el cuerpo sin vida de Santiago Maldonado.
«Me reuní con la organización mapuche tehuelche de Cushamen durante una tarde, lo más grave es la falta de agua potable y el ataque de la tucura (langosta), que arrasa con todos los pastizales, por eso estamos tomando contacto con todos los ministerios, queremos que sientan que hay un Estado presente», dijo, en diálogo con PáginaI12. Y anunció que pidió al ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, que la tarjeta social del Plan Argentina contra el Hambre llegue a los cuarenta pueblos del país. «La tasa de pobreza de nuestras comunidades indígenas es una de las más altas de Latinoamérica», expresó.
La designación de Odarda fue saludada por representantes de los pueblos originarios, por su militancia en favor de los derechos ambientales y las comunidades indígenas. Desde su banca en la Cámara alta, Odarda impulsó proyectos de propiedad comunitaria indígena, de protección de sitios sagrados y ceremoniales declarados bienes culturales comunes, y de desclasificación de los documentos oficiales relacionados con el genocidio de indígenas, entre otros.
«Haremos primar el diálogo por sobre la represión, que caracterizó al ministerio de Patricia Bullrich, y la entrega de los títulos comunitarios haciendo respetar todos los derechos consagrados en la Constitución Nacional luego de la reforma de 1994, que reconoce los derechos de los pueblos originarios, además del Convenio 169 de la OIT, el derecho a la consulta libre, previa e informada como obligación del Estado ante cualquier tipo de emprendimiento que pueda afectar su cosmovisión», describió. Esto significa que antes de cualquier obra los pueblos indígenas que viven en el lugar deben ser consultados.
Por Adriana Meyer