Ese nucleamiento, en conjunto con otras organizaciones, lanzó en los últimos días una campaña de recolección de información y relevamiento para ubicar a cerca de un millón de personas que vive en la informalidad.

En principio, el pedido de la UTEP apunta a auxiliar a trabajadores que viven de la venta ambulante, el reciclado urbano u otras ocupaciones informales y que, a su vez, no acceden a ninguna asignación del Estado, como AUH o Salario Social Complementario.

Según manifestaron desde la UTEP, el pedido fue planteado en distintas esferas del gobierno nacional y esperan tener una respuesta “en los próximos días”.

“Venimos planteando en las reuniones con el gobierno nacional la necesidad de inyectar dinero en los sectores más frágiles. Cuando más mantengamos a la gente en sus casas, mejor se va a poder llevar este período de cuarentena”, apuntó a Télam Nicolás Caropresi, coordinador nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos-UTEP.

El pedido al gobierno es por un beneficio de entre $3.000 y $5.000 “hasta que dure la cuarentena” y está acompañado, también, por el de una mayor asistencia en los comedores y merenderos populares.

“Queremos que llegue comida y plata para a los barrios para que la gente no tenga que salir de su casa para trabajar durante la cuarentena y pueda comprar en mercados de cercanías”, aseguró Caropresi.

El sábado el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, anunció que el gabinete económico social está trabajando en medidas para “monotributistas y trabajadores informales” en el marco de las acciones para asistir a los más afectados por la propagación del Covid-19.

“Se está evaluando la situación. El tema ya fue planteado por el Presidente (Alberto Fernández) para los monotributistas y los trabajadores informales, como taxistas, mozos, azulejistas, jardineros; mucha gente que gana la diaria y que no está en situación de pobreza, pero que vive de eso, y hoy tiene dificultades”, precisó Arroyo en diálogo con radio Mitre.